Estado debe hacer algo para evitar que narcotráfico siga creciendo

El cierre de varias escuelas en la zona de frontera con Brasil y Colombia por la invasión y las amenazas de las bandas de narcotraficantes que operan en Loreto, es resultado del abandono y la ausencia del Estado, lamentó el vicepresidente del Consejo Nacional de Educación, Hugo Díaz.

El pedagogo indicó que estas escuelas habrían dejado de funcionar hace meses, por lo que probablemente no lograron concretar el proceso de matrícula. En ese marco, recomendó a las autoridades regionales de Educación tomar acción inmediata para reubicar a los estudiantes afectados por la agresión de los traficantes, y adoptar una serie de medidas para que no pierdan el año escolar.

“El narcotráfico está aumentando en nuestro país debido a la expulsión de grupos de narcotraficantes de México y Colombia, que se estarían trasladando al Perú”, advirtió el especialista, tras reclamar más reflejos y respuestas concretas a este delito por parte de las autoridades.

Díaz también indicó que la lucha contra un problema de esta naturaleza no depende solo del sector Educación, sino que es un asunto multisectorial, que debe incluir al Ministerio Interior, especialmente en las fronteras donde no hay seguridad y los servicios básicos son los más precarios.

Un problema colateral es el uso de los menores de edad en labores de procesamiento en los laboratorios de producción de drogas, un fenómeno que se extiende en las llamadas cuencas cocaleras.

El riesgo es que cuando estos chicos lleguen a los últimos años de su educación primaria podrían abandonar la escuela para dedicarse casi en exclusivo a esta tarea ilegal, y podrían pasar a integrar las filas del narcotráfico en su juventud.

Para enfrentar estas amenazas, Díaz pidió desarrollar campañas que comprometan  a los propios padres en esta lucha contra las drogas y contra el trabajo infantil. “Necesitamos prevención y las familias son claves en esto”, recomendó.