Por un periodo de treinta días, el Gobierno declaró en Estado de Emergencia a la provincia cusqueña de Espinar como una manera de hacer frente a los actos de violencia protagonizados por manifestantes antimineros y a fin de salvaguardar la seguridad de la población y el libre tránsito.
La medida fue anunciada en conferencia de prensa por el presidente del Consejo de Ministros, Óscar Valdés. En este periodo quedan suspendidas las garantías constitucionales en la zona.
Horas antes, el presidente de la república, Ollanta Humala pidió un minuto de silencio en memoria de las víctimas en Espinar.