CUSCO. Desde el 08 de marzo, 11 comunidades originarias de la provincia cusqueña de Espinar iniciaron una protesta indefinida exigiendo al Ministerio de Ambiente que apruebe y ejecute el Plan de reparaciones por daños causados a sus territorios debido a la actividad minera de la empresa Glencore desde hace más de 30 años. En su cuarto día de manifestaciones, lograron que la minera anuncie a través de un comunicado la suspensión temporal de sus operaciones.
Cabe señalar que el proceso de diálogo ya tiene cerca de dos años, sin embargo, hasta la fecha no se ha conformado la Comisión Multisectorial aprobada para dicho fin. Los argumentos de los funcionarios del Estado se amparan en la crisis sanitaria de la pandemia.
Las comunidades exigen que el plan de reparaciones se apruebe antes del proceso de consulta previa del proyecto Antapaccay- Integración Coroccohuayco, pues consideran que las nuevas operaciones mineras no serán viables si antes no se atienden las afectaciones, y exhortan una visita de Gabriel Quijandría, Ministro de Ambiente, para que personalmente atienda sus demandas.
Nuevos reclamos
Además del Plan de Reparaciones, las comunidades han sumado nuevas exigencias, como el pago de un bono comunal; proyectos de desarrollo canalizados por los Ministerios de Agricultura, Producción y otros; la creación de un canon comunal, el cual se garantice que parte de los recursos que reciben por dicho concepto los gobiernos regionales y locales, sean destinados a promover el desarrollo de las comunidades ubicadas en las áreas de influencia directa de los proyectos extractivos.
Por otro lado, las comunidades señalan que desde el 2019 el Estado se comprometió con un Fondo de Emergencia Social cuyo presupuesto se ejecutaría a través de proyectos de desarrollo. Sin embargo, hasta el momento no se han materializado los acuerdos.
Fuente: Conflictos mineros
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