A fin de evitar infecciones y dolores estomacales los escolares deben llevar un almuerzo refrigerado o usar un pack de gel sustituto de hielo dentro de la lonchera para evitar el desarrollo de microorganismo y toxinas en la comida, aconsejó el ingeniero Juan Carlos Peralta, de la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa).
Para el experto es fundamental preocuparse por enviar alimentos saludables al colegio y asegurarse su buena conservación, ante la falta de refrigeradores en los colegios. “Todo alimento preparado tiene una carga baja de microorganismos que no causa daño, pero a medida que transcurre el tiempo estos se van desarrollando más rápido. La refrigeración y el congelamiento ayudan a detener este proceso”, dijo.
El ingeniero explicó que la presencia de patógenos en la comida puede motivar el desarrollo de toxinas, responsables de dolor abdominal, vómitos y náuseas. “Si hay presencia de toxinas, la sintomatología es muy rápida, en un par de horas la persona ya empieza a sentirse mal.”
Cuidado con el calor
Para el experto de Digesa la comida recién hecha puede permanecer sin refrigerar solo dos horas después de haber sido cocinada.
“Pasado ese tiempo, empiezan a desarrollarse microrganismos en su interior. Si van a mandar esa preparación al día siguiente es necesario congelarla. Si la mandas el mismo día, deben acompañarla con un pack de gel sustituto de hielo o gel refrigerante, que los venden en supermercados y tiendas variadas, para mantenla fría y protegida”, agregó.
El coordinador del Área de Alimentos de la Dirección de Control y Vigilancia de la Digesa explicó que las comidas con mayor velocidad de descomponerse son aquellas ricas en proteínas, como carne, pollo, entre otros.
No pierde valor nutricional
Peralta manifestó que antes de comer el alumno debe calentar la comida, porque de lo contrario podría tener una mala digestión. Ante la pregunta de si los alimentos pierden su valor nutricional con el congelamiento, el especialista de Digesa descartó este hecho.
“Si congelamos un pollo cocido, la proteína va a estar allí. La comida no se va a degradar y por tanto los nutrientes serán consumidos por el alumno. Sin embargo, pueden perderse algunas características sensoriales y organolépticas (sabor, textura, olor, color). Es decir, no va a saborearse tan rica como cuando se preparó, pero igualmente será nutritiva”.