Escolares de zonas periféricas de la capital realizan reuniones en horas de clase, donde consumen licor y drogas ilícitas, coordinadas a través de las cada vez más protagónicas redes sociales de Internet, que los padres ignoran.
Esto ha sido revelado por CEDRO, gracias a un estudio sobre los “Tonos pera” o “Peras malogradas”, donde alumnos entre los 12 y 17 años se reúnen en horarios de clase para divertirse de manera destructiva, consumiendo alcohol, marihuana, incluso cocaína y realizando prácticas sexuales de riesgo.
A espaldas de padres poco involucrados en la vida escolar de sus hijos, los alumnos emplean los sitios web Hi5 o Facebook para convocar a dichos encuentros sin presencia de adultos, según explicó el psicólogo de CEDRO, Jorge Arnao.
Los «tonos pera» y las «peras malogradas»
Explicó que la diferencia entre los «tonos pera» y las «peras malogradas», es que en los primeros participan escolares de varios colegios y la entrada cuesta entre uno y dos soles, y se realizan en horario escolar, en discotecas vespertinas del centro de Lima.
La segunda modalidad, las “peras malogradas”, se da entre parejas de escolares y hay una alta probabilidad de encuentros sexuales sin protección en casa de algún escolar sin supervisión adulta, reuniones que se originan a raíz del juego de la «botella borracha».
El especialista también precisó que los alumnos que más asisten a este tipo de reuniones son los que estudian en zonas alejadas a su distrito. “Los estudiantes utilizan las redes sociales, como Hi5 y Facebook, para la convocatoria de los citados encuentros”, acotó.
El representante de CEDRO explicó que “como los adultos no están en este lenguaje, los escolares hacen públicas sus ‘peras’ como logro y prestigio social”. Incluso señaló que se pudo observar en «algunas adolescentes que participan en estas reuniones, una actitud permisiva respecto a la obtención de objetos y ganancias materiales a cambio de sexo con personas adultas”.
Sin embargo, algunos padres que saben de estas fiestas, se hacen de la vista gorda, consintiéndolo de alguna manera, refirió.
Chicos problema
Se ha podido determinar en dicho estudio, que contó con una muestra de más de 50 alumnos de colegios estatales, que la familia no tiene presencia en la vida de sus hijos, pues ambos padres laboran o están separados.
Se recomienda en este sentido, que los padres retomen el protagonismo en la vida escolar de sus hijos y se comuniquen con los docentes.
A las autoridades escolares una mayor escrupulosidad en la elección de los tutores y una mejor detección y control de alumnos problemáticos. Y en el ámbito social un mayor control de la venta de alcohol a menores de edad.