La cuarta Encuesta Anual sobre los Medios de Comunicación y Política ha dejado ver el nivel de descrédito en que se encuentra la televisión peruana, especialmente en cuanto a sus figuras periodísticas, señaló el periodista Pablo O`brien, de la Unidad de Investigación del diario El Comercio.
Mientras la radio se ubica en un mejor lugar de credbilidad, debido a que está más cerca de la gente, en el caso de la televisión los estilos de buscar la información solo han generado desconfianza, expresó el comunicador.
O*brien también dijo que en el Perú se ha mejorado un poco en cuanto al concepto de la libertad de prensa, aunque no tanto como se desea. Pero también hay un peligro de caer en el libertinaje, pues se dice cualquier cosa, sin contrastar las fuentes de información y verificar los datos, lo que afecta la credibilidad de los medios ante su público.
«Estamos viviendo un periodo sin grandes amenazas para la prensa, salvo la autocensura», afirmó el periodista. En este aspecto, comentó que algunos medios de comunicación prefieren no tocar ciertos temas que podrían ser espinosos, con el objetivo de evitarse problemas. Eso es autocensura.
Realidad regional
Sobre la situación del periodismo en el interior del país, donde los comunicadores tienen serias dificultades para realizar su trabajo, O`brien lamentó que la realidad económica y social los obligue a depender en gran medida de la publicidad para la superivivencia de sus programas informativos.
Reconoció que en este caso muchos periodistas saben que si critican alguna autoridad o poder dentro de su provincia o región se puede quedar sin publicidad, lo que significaría el cierre del programa, y eso es preocupante.
Sin embargo, también reveló el caso de aquellos malos periodistas que presentan denuncias jaladas de los pelos, como una estrategia de chantaje. «Todo eso genera serios perjuicios a la independencia periodística», puntualizó.