La reciente emboscada terrorista contra una patrulla del Ejército, que dejó a dos soldados muertos en Huancavelica, debe servir a la clase política para emprender la reestructuración de la errada estrategia de conducción militar que se ha desplegado en el VRAE, y que en dos años ha costado la vida de más de 50 militares, advirtió el experto en temas de seguridad y narcotráfico, Rubén Vargas.
En entrevista con el noticiero radial Diálogo Ciudadano, producido por INFOREGION y que se emite desde San Francisco a todo el VRAE, el experto señaló que si la cuestionada estrategia no es corregida a tiempo, seguirá ocasionando la muerte de más jóvenes que visten el uniforme militar.
“Si hacemos una reconstrucción de cómo se han producido las emboscadas a las patrullas militares, vemos que toda la ofensiva viene del lado terrorista. Este afán de realizar patrullajes de reconocimiento, como si se tratara de un enemigo convencional, es un gravísimo error. El VRAE y el Vizcatán son zonas agrestes y de difícil tránsito, donde las patrullas se convierte en flancos fáciles”, aseveró.
Sin inteligencia operativa
En otro momento, Vargas subrayó que todo parece indicar que las fuerzas militares del VRAE no cuentan con un adecuado sistema de inteligencia y un manejo eficiente de información que les permita realizar emboscadas con resultados exitosos.
Advirtió que el solo hecho de que Sendero Luminoso tenga controlado una parte del país, y siga asesinando a soldados, significa que sí es una amenaza para la seguridad del país y para el crecimiento económico.
Vargas Céspedes precisó que Sendero Luminoso y el narcotráfico tienen una presencia permanente en el lugar donde se produjo la última emboscada.
“Esta zona ha estado tomada desde la década del 80, y continúa en esa situación. Es una zona que conecta el VRAE con Huancayo, y por allí se realiza el traslado insumos químicos y la pasta básica de cocaína.
Según su lectura, la motivación de este ataque senderista es dar un mensaje a la clase política sobre su presencia y actividad, y decir que pueden responder a las Fuerzas Armadas que intentan sacarlos de allí”, expresó.
No se les puede llamar narcoterroristas
De otro lado, lamentó que se continúe denominando a los elementos subversivos como narcoterroristas. «De esta forma no se detecta muy bien al enemigo, ni sus motivaciones, y de allí parte la elaboración de estrategias equivocadas» precisó.
El experto consideró como un error que se invierta mucho dinero en la estrategia antisubversiva, dejando de lado la lucha contra el narcotráfico. “Se tiene que desalentar el crecimiento de los cultivos de coca, y además quitar el cordón umbilical que existe entre el narcotráfico y Sendero Luminoso”, anotó.
Finalmente, reconoció que si bien el narcotráfico es la fuente principal de financiamiento de Sendero Luminoso, aclaró que este grupo terrorista también recibe dinero de otras actividades ilegales como la tala ilegal, extorsión y pedido de cupos.
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