Es la tercera

Si bien es un derecho que tienen los trabajadores, las organizaciones y los demás sectores para convocar a las huelgas y a las protestas, además consagrados en la Constitución; es de cuestionar la forma cómo se convoca para el anunciado paro de mañana, sus motivaciones rebasan el ámbito laboral para ingresar al campo político y administrativo del gobierno. Algo que no está acorde a los principios que debe mantener la Confederación General de Trabajadores del Perú, CGTP.


Hay que recordar que ésta, es la tercera manifestación que convoca la CGTP contra la política económica del actual gobierno, la primera fue el 4 de julio del 2007 y la segunda el 9 de noviembre del mismo año.


¿Qué tan positivos fueron los resultados de esas protestas para el país y para los trabajadores?


Pedir el cambio del modelo económico, protestar contra la supuesta instalación de una base militar de Estados Unidos en el Perú u oponerse a las medidas legislativas dictadas por el Ejecutivo relacionados al TLC en uso de las facultadas dadas por el Congreso de la República, constituyen plataformas políticas que nada tienen que ver con la reivindicación laboral de los trabajadores, y que, lamentablemente, no nos llevarán a algo.


Por el contrario será dañino no solo para la imagen del país que acaba de obtener un interesante grado de inversión, sino para las empresas, sus trabajadores y hasta nuestros propios bolsillos.


¿Será posible que el gobierno solucione o atienda esos reclamos con la realización de un paro? En las plataformas no hay nada concreto sobre lo que el gobierno puede actuar para analizar luego qué es lo que se consiguió y qué no, con esa medida de protesta.


Pues, todo hace suponer que habrá paro mañana, como lo convocado para hoy en el sector agrario, que en todo caso es mucho más entendible para que el Gobierno central implemente nuevas políticas a favor de ese sector que necesita de proyectos e inversiones grandes y sostenibles.


Lo que nos queda es invocar a los dirigentes y a todos los que encabezan las medidas de protesta, respetar el derecho de los demás y guardar la prudencia para no llegar a consecuencias mayores.


Hay que recordar que, como debe ser, hay sanciones para quienes promuevan el desorden y la violencia.