El analista Jaime García rechazó las propuestas de ciertos sectores cocaleros de industrializar la hoja de coca, pues son inviables al no existir la demanda necesaria.
“La experiencia más exitosa de la industrialización es la Coca Cola, que necesita 300 toneladas al año para producir 500 botellas de esa bebida al día. Igual, nos siguen sobrando 101,000 toneladas”, remarcó.
Eso no es todo. en el supuesto que se pudiera industrializar las cien mil toneladas al año de hoja de coca, la demanda del narcotráfico no cesará, más bien obligaría a sembrar otras cien mil toneladas, con lo que surgiría un problema mayor, incluyendo más áreas deforestadas de la selva.
No existen productos que puedan resolver esta gran producción que va al narcotráfico. La industrialización no es una salida. Ni la experiencia de industrialización de Bolivia ha sido exitosa. No existe una industria que pueda abarcar la inmensa cantidad de hoja de coca que hoy va al narcotráfico.
Eso no es todo. En el supuesto que se pudiera industrializar las cien mil toneladas al año de hoja de coca, la demanda del narcotráfico no cesará, más bien obligaría a sembrar otras cien mil toneladas, con lo que surgiría un problema mayor, incluyendo más áreas deforestadas de la selva.
Actualmente se exporta coca, pero la demanda internacional es pequeña. La cantidad que exportamos en base a cocaína para uso farmacológico representa menos de 50 toneladas al año.
Lamentablemente el mate de coca no se puede exportar, porque contienen los alcaloides. Pero, aunque se pudiera exportar, solo necesitaríamos 650 toneladas al año, aclaró.