La jefa de la Unidad Operativa de Saneamiento Rural del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Vanessa Vereau, consideró esencial combatir la desertificación pues -si bien los más afectados por este fenómeno son los pobres del mundo, quienes dependen directamente de la tierra para la satisfacción de sus necesidades- finalmente toda la humanidad sufrirá las consecuencias.
En nota de prensa llegada a la mesa de redacción de INFOREGIÓN, Vereau recordó que, entre los factores generadores de la desertificación, se cuentan la pérdida de la cobertura vegetal, la deforestación, así como la quema y la tala de bosques.
Detalló que también se encuentran entre ellos la erosión hídrica y eólica de los suelos, la actividad agrícola sin prácticas de conservación de suelos, la actividad ganadera y el sobre pastoreo.
Indicó que a estas actividades se agregan la aplicación de riego inapropiado, la creación de los asentamientos humanos, las actividades mineras, industriales y urbanas; así como la extracción de materiales superficiales áridos, arcilla, entre otros.
Vanessa Vereau, también Coordinadora General del Programa Nacional de Agua y Saneamiento Rural (Pronasar), reconoció que “desafortunadamente, los esfuerzos por combatir la desertificación, problema cada vez más creciente, han fracasado con frecuencia y como resultado, la degradación de la tierra sigue empeorando”.
Por ese motivo, resaltó la necesidad de reimpulsar la lucha contra la desertificación, para asegurar la productividad a largo plazo de las tierras secas deshabitadas. “Se debe considerar que la lucha contra la desertificación es parte de un objetivo mucho mayor: el desarrollo sostenible”, puntualizó.