Erradicación debe continuar junto con interdicción y cultivos alternativos

El economista Denis Pereyra Díaz consideró atinada la medida tomada por los dirigentes cocaleros de dejar de lado la cultura del conflicto, suspender su medida de fuerza y orientarse hacia el diálogo, «pues tirar piedras y arrojar palos no trae beneficios, solo perjudica económicamente a muchas personas que viven del día a día en el Alto Huallaga».


El catedrático de la Universidad Nacional Agraria de la Selva, UNAS, expresó su confianza en que tras las conversaciones que esta agrupación sostenga con las autoridades del gobierno central, surja una solución al problema del cultivo de hoja de coca en la región Amazónica.


Pereyra mostró su preocupación ante el crecimiento del narcotráfico durante el 2007 y por la  falta de reacción oportuna del sector Interior ante el fenómeno.


«En algún momento del diálogo habrá puntos de desencuentro, como por ejemplo en la erradicación. Pero si no se cumple con esta tarea será complicado detener la producción de cocaína. Hay que dejarse de necedades e hipocresías al decir que se produce coca para ENACO», fustigó el experto.


Pereyra recordó que según informes de la ONU, en el 2004 apenas se acopiaron seis toneladas de hoja de coca en la región Huánuco, mientras casi el 90 por ciento se fue hacia los laboratorios de la droga.


En ese sentido, el economista destacó el ejemplo de Tocache, en donde, explicó, se ha llevado a cabo una política antinarcóticos que incluye la erradicación, el control de insumos químicos y la interdicción de laboratorios de la droga, junto a programas de desarrollo a través de cultivos alternativos que están teniendo gran éxito.