El presidente ejecutivo del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro), Alejandro Vassilaqui, consideró que la erradicación de los cultivos ilegales de hoja de coca debe ir acompañada de programas de desarrollo social para librar a los campesinos de la esclavitud del narcotráfico.
“La erradicación tiene que ir acompañada de un proceso de desarrollo social, a nadie le gusta vivir del narcotráfico, tenemos que trabajar para recuperar al campesinado peruano y liberarlo de este flagelo”, afirmó al sostener que el Gobierno tiene que insistir en esta tarea.
Vassilaqui saludó la designación de Masías Claux como presidenta de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) y precisó que se trata de una profesional muy destacada, que conoce muy bien la temática de la lucha contra las drogas y, en particular, de la prevención del consumo de estupefacientes.
Sobre los cuestionamientos de algunos sectores a la erradicación, manifestó que este sistema se aplica en todos los países andinos, inclusive Bolivia, y que el Perú está obligado a realizarlo por convenios internacionales.
“La erradicación como sistema es utilizado en todos los países andinos, Bolivia, Perú, Colombia, lo que estamos cuestionando son momentos, lugares, intensidad, pero estamos obligados a hacerlo por la convención de Naciones Unidas”, recordó.
Vassilaqui consideró que este año empezará a bajar la tendencia al crecimiento de los cultivos de hoja de coca en el Perú, tanto por motivos de la acción interna, como por cambios en el mercado internacional y precisó que si en los últimos años se crecía a un ritmo de entre 4 y 6 por ciento, este año el crecimiento será entre uno y tres por ciento. «Si bien no es mucho, si marca un punto de inflexión que empezará a acentuarse en los próximos años» señaló.