Unos 1 927 títulos de propiedad son entregados a los productores agrarios de las provincias de Satipo y Chanchamayo, región Junín, permitiéndoles gozar de la formalidad y acreditación como propietarios de sus fincas, que durante años vivían en la informalidad del saneamiento físico legal de sus predios.
La iniciativa mencionada fue implementada gracias al convenio marco suscrito entre la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) y el Gobierno Regional de Junín, se informó a INFOREGIÓN.
Las entrega se desarrolló en los distritos de San Ramón y Coviriali, de las provincias Chanchamayo y Satipo, respectivamente. Se beneficiaron a familias que apostaron por los cultivos alternativos, con el fin de que puedan tener acceso a créditos, desarrollar proyectos productivos y mejorar las condiciones de vida de sus familias.
La entrega forma parte de un convenio interinstitucional firmado entre las instituciones citadas en el año 2015 para ejecutar la actividad “Formalización y titulación de predios rurales” en Satipo y Chanchamayo, el mismo que comenzó a ejecutarse en el año 2016.
Acudieron a la firma la presidenta ejecutiva de Devida, Carmen Masías, y el gobernador regional de Junín, Ángel Unchupaico, quienes entregaron títulos a 1 300 familias. La ceremonia se hizo en el Club Social Deportivo “Lucero”, en la plaza de armas de San Ramón, para luego trasladarse a Coviriali y hacer la entrega de 627 títulos de propiedad rural a familias agricultoras de los distritos de Coviriali y Río Negro, en la provincia de Satipo.
Masías Claux informó que inicialmente se había previsto entregar 1 153 títulos en San Ramón, pero gracias al trabajo coordinado con el gobierno regional se logró superar la meta y alcanzar los 1,300 títulos. En ese sentido, ratificó su compromiso de seguir trabajando a favor de las poblaciones que buscan desarrollarse con actividades lícitas.
Por su parte, el gobernador regional destacó el aporte económico que el gobierno peruano realiza a través de Devida en la región Junín, logrando la seguridad territorial de los pobladores, de la cual dependen su desarrollo y la mejora de su calidad de vida.
Con estos documentos, los agricultores beneficiarios, residentes en zonas de influencia cocalera, se convertirán en propietarios y sujetos de crédito para las instituciones financieras, lo que les permitirá impulsar proyectos productivos y acceder a oportunidades de desarrollo lícitas, seguras y sostenibles.
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