Conforme avanzan las investigaciones para establecer la forma en que murió la enfermera Juana Clorinda López Salirosa, los investigadores presumen que el móvil encaja más con un probable asesinato con la participación de terceros, quienes están en proceso de identificación.
La primera pista extraña para la policía es el hecho de que ella haya ido por su propia cuenta hacia una zona tan desolada cuando su perfil psicológico establecía que era una mujer en plena facultad mental y psicológica.
Alguien o varios pudieron haberla llevado hasta la zona en donde incluso habrían abusado de ella y luego, con el temor de ser denunciados, tuvieron que asesinarla de la manera más cruel. En las pesquisas, el único contratiempo hasta el momento es que la policía de Ucayali no cuente con los recursos para que los restos de la desafortunada víctima sean sometidos a un examen de ADN.
Este análisis permitiría encontrar alguna pista de los sujetos que la habrían asesinado. Sin embargo, la policía usará otros recursos para encontrar a los que resulten responsables de este asesinato.
La descomposición de órganos y tejidos ha dificultado también que la policía efectúe un avance más rápido en las investigaciones. La familia tampoco se ha quedado de brazos cruzados y realiza sus propias investigaciones para determinar cómo apareció muerta la enfermera en una forma muy extraña y que ha conmocionado a la comunidad.