Una encuesta hecha a cinco mil alumnos de 13 a 16 años de 89 colegios de todo el país entre abril del 2007 y setiembre del 2008 por la Red Peruana de Lucha contra la Pornografía reveló que el 56% de adolescentes fueron acosados de diversas formas a través del internet, y el 71% vio fotos o videos pornográficos alguna vez en su vida.
Dimitri Senmache, presidente de dicha Red, indicó que los jóvenes usualmente reciben acosos por parte de desconocidos que de alguna manera, obtienen sus correos electrónicos. Estos acosos van desde insultos, amenazas y chantajes hasta la búsqueda de información y datos personales a través del Hotmail, Hi5, Facebook, Messenger y otros servicios electrónicos.
Sin embargo, los adolescentes generalmente no reportan estos hechos a sus padres porque creen que si lo hacen se les prohibirá el acceso a internet o cambiarán el ambiente privado de la computadora a uno más abierto, alertó Senmache.
La encuesta también señala que el 97% de todos los jóvenes utiliza el servicio de Messenger, que el 39% ha conversado por este servicio con extraños y que el 47% ha compartido información personal con éstos, como su nombre, apellido, correo o teléfono. Además, el 67% cree que sus claves de correo electrónico son seguras, lo cual demuestra que están usando inadecuadamente la tecnología.
Por otro lado, el 89% de los alumnos encuestados indica que los correos no deseados suelen ser de sexo, el 55% afirma que sus padres no conocen mucho acerca del uso que le dan al internet y el 92% asevera que no han recibido charlas sobre los riesgos y peligros en el uso de internet.
Senmache manifestó que a fines de enero, con el apoyo del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, se relanzará la campaña «Chatea seguro, chatea pensando», cuyo objetivo es prevenir el abuso y la explotación sexual a través del uso del internet en perjuicio de menores de edad.
De esta forma se buscará que los padres de familia sepan usar las tecnologías de la información (como la internet) para que puedan vigilar a sus hijos de una manera más cautelosa. Igualmente, que los profesores comprendan mejor el abuso y explotación sexual, con la finalidad de prevenir e informar a sus alumnos.