Encomenderos la utilizaron como instrumento de dominación sobre los campesinos

Por su parte, el doctor Jhon Hemming, en su trabajo ‘La Cultura de los Incas’, aseguró que durante el gobierno de los incas la coca fue un privilegio de la familia real y de los sacerdotes.
Añadió que después de la caída del imperio las hojas quedaron al alcance de quien pudiera pagarlas y muy pronto toda la población indígena contrajo  el hábito.


 


Durante la segunda mitad del siglo XVI había, según Hemming, dos negocios muy rentables para los españoles en el Perú: la minería y la coca. En suma, si bien es cierto que la coca tiene un uso que se remonta a miles de años y fue un producto apreciado tanto en la época preínca cuanto en la incaica, es más que discutible considerarla como un símbolo de identidad nacional.


 


Más bien ha sido, como han reconocido diversos historiadores, un instrumento de dominación, para mantener al indio en condiciones de sumisión, y utilizarlo como mano de obra barata en trabajos extremos en las minas sin darle de comer.