En últimas tres décadas se ha perdido el 26% de superficie de la Cordillera Blanca

Marco Zapata, director de la Unidad de Glaciología del Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), indicó que debido al cambio climático que está experimentando el mundo, en los últimos 33 años se ha registrado una pérdida del 26% de la superficie de la Cordillera Blanca en Áncash.


Así, detalló que en 1970  la superficie de la Cordillera Blanca era de 723 kilómetros cuadrados, pero en 1997 se concluyó que la superficie había perdido 112 kilómetros cuadrados, según un estudio elaborado por el Consejo Nacional del Ambiente (Conam).


El funcionario precisó que ahora las imágenes satelitales dan cuenta de que en los últimos 33 años la superficie de la Cordillera Blanca tiene unos 535 kilómetros cuadrados, lo que demuestra que en dicho período se han perdido 188 kilómetros cuadrados, lo que representa un 26%.


El especialista mencionó que ésta es una las conclusiones que se desprende del Inventario Nacional de Glaciares y Lagunas Altoandinas, el cual será presentado en dos meses y permitirá conocer cuántos glaciares existen en la actualidad, así como el área y volumen que tienen y han perdido a consecuencia del calentamiento global.


Recordó que entre 1948 y 1977 el promedio de retroceso anual de los frentes glaciares en la Cordillera Blanca era de entre 8 y 9 metros por año,  pero desde 1977 hasta la fecha el retroceso es del orden de 20 metros.


Según el inventario, en la Cordillera Blanca se registraron 723 glaciares y se conocerá cuántos de estos glaciares han desaparecido.  Por otro lado, desde hace tres semanas, un grupo de especialistas de la Universidad de Ohio (Estados Unidos), del INRENA y del Centro de Ciencias Geográficas de Canadá hicieron la evaluación de la topografía y morfologías de las áreas de glaciares y peri – glaciares de la Cordillera Blanca.


Esto gracias al financiamiento de la Universidad de Ohio. Finalmente, precisó que en la cuenca del Santa se han instalado diez estaciones meteorológicas e hidrométricas para obtener información del clima y del rendimiento del caudal, así como de algunas de sus quebradas que son sus afluentes.