La petrolera argentina Pluspetrol podría iniciar en tres meses su plan de expansión en el bloque más grande de gas natural de Perú, luego de obtener una aprobación ambiental que había frenado durante un año el proyecto debido a preocupaciones sobre tribus aisladas, dijeron las autoridades.
La viceministra de Cultura, Patricia Balbuena, dijo a Reuters que el gobierno aprobó el estudio de impacto ambiental de Pluspetrol para nuevas operaciones en el Lote 88 después de que un trabajo de campo encontró que los llamados grupos indígenas no contactados ya no vivían en la mayor parte de la concesión.
Ahora la compañía deberá esperar permisos de operaciones más rutinarias en el lote por parte del Ministerio de Energía y Minas, que serían las últimas vallas del proyecto y podrían demorar unos 90 días, afirmó una fuente de ese portafolio.
Pluspetrol declinó hacer comentarios sobre las acciones que tomaría ahora en el Lote 88, ubicado en una zona selvática del país rica en recursos naturales.
Los críticos ambientalistas dicen que el Gobierno revirtió su punto de vista sobre la presencia de tribus aisladas allí para empujar el proyecto.
Indígenas en aislamiento voluntario no han tenido contacto con personas ajenas a su comunidad y corren el riesgo de enfermarse y hasta morir con la exposición a virus comunes.
El Lote 88, que se superpone con la reserva indígena Kugapakori-Nahua-Nanti, tiene unos 8 billones de pies cúbicos de reservas de gas natural probadas y certificadas. La zona es parte del importante yacimiento de gas de Camisea en Perú.
Desarrollar el yacimiento es fundamental para cumplir la promesa del presidente Ollanta Humala de asegurar combustible barato para los peruanos más pobres, así como para desarrollar centrales eléctricas y un polo petroquímico en el país.
En el 2012, el gobierno de Humala convenció al consorcio Camisea, liderado por Pluspetrol, para vender todo el gas natural producido en el Lote 88 en el mercado local.
Varios funcionarios de alto rango renunciaron el año pasado después de que no fueron aceptadas sus objeciones a las nuevas perforaciones en el Lote 88 debido a su posible impacto contra los indígenas no contactados.
Actualmente, el 50 por ciento de la electricidad producida en Perú se hace con el gas natural de los campos de Camisea y su expansión se ha visto afectada por la amenaza de remanentes del grupo insurgente Sendero Luminoso (Ahora).