En Perú está el primer insectario municipal de América Latina

El distrito de Miraflores (Lima) goza de buena salud gracias a su insectario municipal, el cual no solo le brinda a la ciudad este beneficio, sino que nos da el privilegio de tener el primero de su tipo en toda América Latina.

El insectario se encuentra a cargo de la bióloga Patricia Llanos Chilet, también conocida como ‘Señorita Bicho’, quien trabaja allí desde el 2006, y ha logrado salvar más de 100 árboles huaranguay de una plaga de gusanos porque descubrió un tipo de avispa que los controló.

El planteamiento de la bióloga es simple pero funcional: aplicar en las zonas urbanas el control biológico que utilizan los agricultores en el campo.

La oportunidad de aplicar su concepto la halló en la Municipalidad de Miraflores, usando insectos «buenos» para proteger parques y bermas centrales de plagas mortales.

El insectario es una especie de «maternidad de insectos», en donde se crían cuatro especies de «bichos» que combaten gusanos, pulgones, cochinillas y moscas blancas que abaten los árboles, plantas y arbustos del distrito.

Cuidados especiales

Esta peculiar comunidad recibe los cuidados y mimos de Patricia y su equipo, porque, para que usted sepa, a cada uno de ellos se le proporciona una alimentación especial, de acuerdo con la plaga que va a atacar.

Por ejemplo, a las crisopas les prepara una especie de «papilla andina», a base de miel de abeja, polen, levadura de cerveza y maca, para robustecerlas, pues los insectos en cautiverio viven menos.

«Nuestro trabajo no es erradicar las plagas; no, estas son parte del ecosistema. Buscamos que el equilibrio que existe en la naturaleza se conserve, porque ella tiene sus propios mecanismos para sobrevivir a sus tragedias», comenta Patricia.

Esta bióloga, amante de las películas animadas Hormiguitas y Bichos, empezó su carrera original persiguiendo hormigas y chanchitos en el jardín de su tía. Y es que aprendió de su padre la observación y de su madre la perseverancia. Hoy comparte sus conocimientos y eso la alegra.

«Me emociona saber que por trabajar en el Estado mi trabajo puede difundirse en todo el Perú», refiere.

 

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