Una máquina inventada por alumnos del Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial, SENAI, de Concordia, en el sur de Brasil, permite la clasificación de residuos callejeros, sustituyendo el peligroso trabajo manual.
El aparato tiene como eje una estera transportadora de unos tres metros donde el viento aparta papeles y plásticos, luego electroimanes atraen los metales, y el agua separa residuos pesados de los de baja densidad. La trituración, que afecta vidrios pero no metales, es otro de los mecanismos usados.
La idea partió de estudiantes que fueron “desafiados” a presentar soluciones y continuó y creció con diálogos con las personas dedicadas al reciclaje, explicó a Tierramérica el profesor Claudemir Oldoni, que orientó el proceso.
Hasta el momento ya aparecieron dos empresas interesadas en el aparato, que aspira a un premio en una feria de innovaciones que se realizará este mes en Río de Janeiro.
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