Debido a que los mercados exigen cada vez con mayor fuerza que la madera que se adquiere tenga origen legal y provenga de bosques manejados con altos estándares ambientales y sociales, empresas nacionales y extranjeras, ligadas a la cadena productiva y exportadora de maderas peruanas, vienen probando tecnología de trazabilidad forestal electrónica combinada con procesos de certificación del mismo tipo.
La madera seleccionada para esta experiencia fue talada en los territorios de la etnia Yaminahua, que habita la zona de El Dorado, en la región Ucayali, cerca de la frontera con Brasil, según da cuenta el diario El Comercio.
Este procedimiento cumplió con los requisitos y trámites establecidos por la autoridad forestal y contó con el apoyo del Ministerio de Agricultura y de la Organización Internacional de las Maderas Tropicales, con sede en Japón.
Según se informó, los nativos vienen cumpliendo, desde el año 2007, con un programa de desarrollo comunal en alianza con la empresa privada Forestal Venao, lo que les permitirá en un futuro cercano obtener certificación forestal internacional del FSC que reconozca y acredite los altos estándares alcanzados en el manejo y aprovechamiento de sus extensos bosques. La certificación les permitirá obtener mejores precios por su producto.
¿Cómo funciona el control electrónico?
El proceso de control electrónico de la madera comienza antes de talar los árboles seleccionados para la experiencia, en este caso diez.
Con ellos, se realizó un censo forestal electrónico y de ubicación usando un satélite, y luego de la tala se instalaron chips de radio frecuencia en la base del árbol cortado para marcar el origen e inicio de la cadena productiva.
Durante 15 días la madera viajó por río y camión desde el bosque hasta llegar al puerto fluvial de Pucallpa. En esa ciudad, los troncos fueron procesados, de acuerdo a los requerimientos del comprador de EE.UU, en el aserradero de la empresa Forestal Venao. Esta operación fue supervisada por autoridades y representantes de las empresas participantes.
De inmediato, la madera fue empaquetada, etiquetada y cargada en un camión que pasó once puestos de control forestal en su viaje de tres días hacia Lima. Luego de pasar el control y peaje de Corcona, la madera fue trasladada hasta la empresa almacenera en donde se preparará el container que en veinte días partirá hacia Estados Unidos.
La madera cuenta con numeración única otorgada por una empresa internacional participante en el proyecto, que se graba en todos los soportes, como los chips y las etiquetas de código de barras, que protege la madera.
Toda la información recolectada en campo ha sido verificada en papeles por la autoridad forestal y también será comparada electrónicamente con formatos en línea y en una base de datos interactiva construida por una empresa internacional que apoya el proyecto.