Con la instalación de CREDINKA, entidad financiera que tiene sus raíces en la Caja Municipal de Quillabamba, en el Cusco, ya son seis las instituciones financieras de carácter asociativo con activa participación en el mercado tingalés que se unen a tres bancos privados y públicos que activan el rol empresarial y comercial en esta región.
CREDINKA inició sus actividades el miércoles pasado. Carlos Collantes Pizarro y Rafael del Águila Hidalgo, directivos de dicha entidad, manifestaron que su institución desarrolla finanzas solidarias y que, a diferencia de otras financieras tradicionales, ellos comparten la visión de las organizaciones de carácter cooperativo y buscan ser pieza clave en el desarrollo del comercio de precio justo, que en el Alto Huallaga se está empezando a dar con las exportaciones de café y cacao.
Otras empresas del ramo instalados en Tingo María son las Cajas Municipales de Huancayo, Maynas y del Santa; y las Cooperativas de Ahorro y Crédito San Francisco, de Huánuco, y la de Tocache, en el departamento de San Martín.
El economista Esteban Churampi, decano de la facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Nacional Agraria de la Selva, agregó que esto surge como una necesidad de diversificar los servicios financieros dirigidos preferentemente a sostener la producción agrícola, el comercio y la atención a la mediana, pequeña y microempresa del ámbito regional.
Especificó que en su afán de expansión del sistema solidario, la ventaja de estas entidades surge porque evocan un rol social-empresarial, comprobado con bajos intereses por las colocaciones efectuadas. Sin embargo, los actores involucrados reclamaron que estas microfinancieras se comprometan con el desarrollo de la agricultura y ganadería, sectores poco atractivos para las entidades financieras.