El cierre ilegal de la carretera Fernando Belaunde, decretado por un grupo de agricultores cocaleros que se oponen a la destrucción de los laboratorios para la elaboración de cocaína, ya empieza a hacer sentir sus efectos negativos sobre la atribulada población tocachina.
Anoche se suspendieron los envíos de encomiendas y cartas, así como la venta de pasajes a bordo de los colectivos que efectúan la ruta entre Tocache y Tingo María. De esa manera se vienen perjudicando centenares de comerciantes, estudiantes, profesionales y técnicos, y frustrando innumerables oportunidades de empleo.
El administrador local de la empresa de transportes ‘León de Huanuco’, Néstor León, anunció la suspensión de actividades por seguridad y hasta nuevo aviso. Esta decisión ha ocasionado gran malestar en los viajeros. También ha empezado a notarse cierto desabastecimiento de productos de primera necesidad, lo que preocupa a las amas de casa y a los propios comerciantes