Es consenso que el principal problema que existe en el VRAE es el narcotráfico. Se trata de cerca de 17 mil hectáreas de coca ilegal que va directo a los laboratorios de Pasta Básica de Cocaína, PBC. En los últimos tres años se ha intervenido más de 2 mil laboratorios de PBC y cocaína. La coca ilegal y la elaboración de cocaína en el VRAE han logrado involucrar al campesino cocalero en la elaboración de PBC y cocaína.
Como consecuencia de ello, se ha acentuado la pérdida de la biodiversidad en la región y la contaminación de las principales fuentes de agua potable, suelos y ríos.
La inseguridad ciudadana es alarmante: hasta los alcaldes y gobernadores del VRAE han sido asaltados en la carretera de Tambo a San Francisco varias veces. La trata de menores en el puente que une San Francisco (Ayacucho) con Kimbiri (Cusco), y que significa la entrada al VRAE, sólo puede funcionar con la complicidad de las autoridades locales.
Los remanentes de Sendero Luminoso siempre existieron en el VRAE. El ex presidente Fujimori y sus fuerzas armadas nunca los derrotaron. Ahora la nueva facción senderista Proseguir no pretende tomar el poder ni “destruir” el Estado peruano.
Tiene un discurso político e ideológico eficaz entre las poblaciones locales: no matan autoridades, a cambio buscan dinamizar la economía ilegal; brindan protección y en algunos casos, actúan como autoridad frente a la ausencia de jueces y policías.
¿Que son funcionales al narcotráfico, a las pequeñas firmas, acopiadores y mochileros? Claro que sí, como también lo son con los taladores ilegales de madera y los contrabandistas de combustible. Sería un gravísimo error seguir insistiendo en denominarlos “pandillas”, “narcoterroristas” o reducirlos a una simple firma del narcotráfico. Si no sabemos identificar y analizar bien a los enemigos de la democracia y el desarrollo en nuestro país, nunca podremos vencerlos.
Los ciudadanos del VRAE, sus organizaciones, sus alcaldes, regidores y gobernadores reclaman seguridad y desarrollo. Ellos rechazan las acciones terroristas y el accionar del narcotráfico.
En los años que llevo recorriendo la zona, a causa de la red de radios y televisoras con las cuales trabajamos en el VRAE, nunca antes había visto que los alcaldes y gobernadores se unan para exigirle al Estado la ¡instalación de comisarías¡ Es un hecho inédito e histórico.
Inforegión ha logrado instalar la única radio legal del VRAE, en alianza con un canal de cable desde San Francisco y Kimbiri cuya cobertura alcanza a toda la región. CEDRO tiene convenios con casi todos los alcaldes y promueve proyectos y emprendimientos lícitos de jóvenes de la zona.
No es posible que mientras se hable de canon gasífero y minero para aumentar gastos militares, la única carretera de acceso al VRAE se encuentre en condiciones deplorables: la gente demora dos días en llegar a sus casas; sólo se tiene acceso a luz eléctrica por horas; no existe agua potable; los alimentos de primera tienen precios por las nubes –los precios de la papa subieron de 1 sol a 2.5 soles, el pollo subió de 18 a 25 soles y cada huevo cuesta 50 céntimos -. Es que las autoridades capitalinas sólo llegan por vía aérea.
Basta de power point y discursos congresales estériles que ni siquiera sirven para fines mediáticos. Urge impulsar un plan de desarrollo sustentable, serio, honesto y transparente para el VRAE que incluya, por ejemplo, la prioridad de ofrecer servicios básicos y un camino más accesible; instalar una base policial, dos bases antidrogas y equipar adecuadamente las comisarías de San Francisco y las recién creadas comisarías de Pichari y Sivia para brindar la seguridad ciudadana que se requiere.
Una policía incorruptible. Se trata de recuperar la confianza de la gente mediante políticas concretas e integrales que involucren a las autoridades locales y a la población. Esa es una apuesta que podría incidir significativamente en el desarrollo del VRAE.