Cómo será de privilegiado el Perú, nuestro país, que también en nuestro territorio habita el único oso que se encuentra en Sudamérica. Quizá más de uno, en Lima, lo conoció por primera vez cuando de pequeño lo llevaron a conocer el mítico Parque de las Leyendas. Hablamos del oso de anteojos, que para desgracia nacional, tiene una existencia en peligro. Daremos un repaso por sus principales características, las factores que lo amenazan y las iniciativas para su conservación.
Es oso de anteojos, llamado también oso andino (Tremarctos ornatus) como también “Ukumari” en quechua, es un gran mamífero omnívoro que habita en los bosque nubosos de la cordillera de los Andes. Este animal silvestre es parte importante de la cosmovisión tanto andina como amazónica. Se les considera mediadores entre el mundo de los vivos y el de los muertos, y los indígenas Matsiguenga lo consideran el creador de la vida, el Maeni.
A este animal se le encuentra entre los 800 y los 3800 m.s.n.m. Esta especie de oso habita en Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, y el sur de Panamá. Es el único oso de Sudamérica. En un caso sin precedentes, ha hecho su hábitat al bosque seco de la costa norte del Perú, que se ubica entre los 180 y los 500 m.s.n.m. Su presencia es clave en los ecosistemas que habita y se ha localizado en al menos 30 áreas naturales protegidas, como el Santuario Histórico de Machu Picchu (Cusco) y el Parque Nacional Río Abiseo (La Libertad y San Martín).
El oso de anteojos es una especie omnívora, pero se alimenta mayormente de plantas. Se alimenta de cactus, troncos de pasallo y zapote. Se trata de un animal que es capaz de vivir más de 25 años. Los machos llegan a pesar entre 90 y los 150 kilos. Si se para en sus extremidades inferiores llega a los dos metros de altura. Se le denomina ojo de anteojos debido a las particulares manchas que tiene alrededor de sus ojos. Se ha calculado que en Sudamérica existen unos 20 000 ejemplares. De ellos, en el Perú se encontrarían unos 5000.
Aunque no lo parezcan, son muy buenos nadadores y trepadores. Acostumbran construir plataformas encima de árboles donde toman siestas y llevan su comida para digerir. Son solitarios pero parecen dejar mensajes en árboles para otros individuos, señalando con sus olores por dónde han ido. Las crías se llaman oseznos, y normalmente, una hembra tiene de dos a cuatro crías por embarazo. Estos animales no acostumbran hibernar.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el oso de anteojos es una especie vulnerable, pues enfrenta amenazas, como la pérdida de hábitat, la caza y el tráfico ilegal. Este animal se encuentra protegido por el Estado peruano y está incluido en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), considerada como una de las especies sobre las que se cierne un alto grado de peligro de extinción debido al comercio internacional. Su naturaleza escurridiza impide estudiarlo en profundidad, por lo que su protección y manejo implican grandes retos.
Amenazas
Son varios los factores de riesgo contra el oso de anteojos. Citemos la pérdida y fragmentación de su hábitat por la deforestación y la expansión de actividades económicas como la agricultura. Otro factor negativo para esta especie es su captura ilegal y cacería furtiva para la comercialización de partes de su cuerpo como sus garras, pues varias se utilizan para ser insumos de la medicina tradicional. También son usadas en el desarrollo de rituales.
Iniciativas para su conservación
-Para que la ciudadanía en general sea consciente sobre la importancia de conservar a los animales silvestres en peligro dentro de nuestro país, el Banco Central de Reserva (BCR) puso en circulación la primera moneda de un sol de la serie numismática “Fauna Silvestre Amenazada del Perú”. En esta ocasión, la moneda acuñada fue alusiva al oso de anteojos. El lanzamiento se realizó el pasado 19 de julio del 2017. La imagen del animal se observa en el reverso de la moneda, en la parte central.
-Citemos el Plan Nacional para la Conservación del Oso Andino (Tremarctos ornatus) 2016-2026 que contiene medidas y acciones para garantizar la recuperación de las poblaciones de esta especie y sus hábitats. La iniciativa fue aprobada por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), del Ministerio de Agricultura y Riego, en agosto del 2016.
En el documento citado se busca la identificación del 100% de las áreas con presencia de poblaciones viables de oso andino y al menos tres corredores de conservación. Asimismo, se propone la sensibilización a la población rural, involucrándola en acciones de conservación; y disponer de mayor investigación científica que ayude a tomar decisiones para procurar la conservación de esta especie en riesgo.
-La Alianza para el Oso Andino (Andean Bear Alliance), asociado con el Zoológico Metroparks de Cleveland y el Grupo de Especialistas en Osos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, persigue proveer financiamiento necesario a los esfuerzos de conservación de este animal. También coordina investigaciones y esfuerzos de conservación a lo largo de las áreas de distribución de esta especie para resultados más efectivos.
Salvar a al oso de anteojos es una tarea que significará preservar parte de la riqueza natural del país para beneficio del ambiente en el que habita este maravilloso animal, así como para la sociedad en general. Por ello se espera que se implementen más iniciativas que unan al sector privado con el público en ese sentido.
Fuentes: Andina, Mongabay, Wildlife Conservation Society, Frankfurt Zoological Society, Bosques Andinos