Gracias a un poder extendido por su madre, Santos Orlando Sánchez Paredes administra, desde el 23 de setiembre de 1988, las propiedades, joyas, empresas y otros bienes que su hermano, Segundo Simón Sánchez Paredes, habría obtenido como producto de sus actividades del narcotráfico hasta antes de ser asesinado a fines de 1987 en su casa-hacienda de México, donde tenía un laboratorio de procesamiento de droga que le enviaban desde el Perú. A continuación reproducimos el informe publicado hoy en el diario La República
La República. La fortuna de Segundo Simón Sánchez Paredes, asesinado por narcotraficantes el 10 de diciembre de 1987 en su casa-hacienda de México, donde tenía un laboratorio de procesamiento de droga que le enviaban desde el Perú, la heredó la madre de la víctima, Sumilda Paredes Pérez.
Seguidamente, a partir del 23 de setiembre de 1988, Sumilda Paredes extendió un poder a su hijo Santos Orlando Sánchez Paredes para administrar las propiedades, joyas, empresas y otros bienes que su hermano había obtenido como producto de sus actividades del narcotráfico, según el informe que el Equipo Especial de Investigación, EEI, de la Dirección Antidrogas entregó al fiscal especializado en Crimen Organizado, Jorge Chávez Cotrina.
Para la Policía Nacional, Segundo Simón Sánchez Paredes “fue un cabecilla y financista de actividades de tráfico ilícito de drogas a nivel internacional”, de allí que atribuya a su hermano Santos Orlando Sánchez Paredes el delito de lavado de activos en la modalidad de conversión, transferencia y ocultamiento de fondos, efectos y ganancias originadas del narcotráfico.
En su defensa, el empresario minero Santos Orlando Sánchez Paredes alegó que durante 17 años de actividad como patrón y tripulante de una lancha pesquera obtuvo ingresos hasta por 10 millones 713 mil dólares. Los efectivos policiales sostienen que no se ha encontrado evidencia que acredite la procedencia lícita de dicho monto.
Cuentas en rojo
Después de revisar la documentación entregada por los propios investigados, la Dirandro estableció que Santos Orlando Sánchez Paredes prestó 2 millones 820 mil soles a las empresas Comarsa e Inmobiliaria Suni. No se ha establecido de dónde salieron los fondos, indica la policía especializada en lavado de activos.
En relación con Segundo Manuel Sánchez Paredes, gerente general de Comarsa, no ha podido esclarecer el destino de los 700 mil soles que le prestó su hermano Fortunato Sánchez Paredes, en 1992, ni tampoco la asignación por 276 mil soles que entregó a sus hijos Fidel y Miguel Sánchez Alayo, en 1993, porque ese año reportó a la Sunat ingresos muy menores.
A los hijos de Segundo Manuel, Fidel y Miguel Ángel, directores y socios de la minera aurífera Comarsa, también se les encontró incoherencias en el registro de sus bienes. Entre 1991 y 1995 su padre les transfirió 532 mil 889 soles de dudoso origen.
Respecto a Miguel Ángel, en el 2004 su padre Segundo Manuel le transfirió 1 millón 806 mil soles sin la documentación pertinente. En el caso de Fortunato Sánchez Paredes, el EEI de la Dirandro concluyó que no existe documentación sobre la procedencia legal de 13 millones 517 mil dólares que se le atribuyen. Ni de los 700 mil nuevos soles que le prestó a su hermano Segundo Manuel, el 8 de enero de 1992.
Continúa leyendo la nota publicada hoy por el diario La República: http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20100310/10/node/254418/todos/15
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