El jueves 1 de setiembre, los congresistas Eulogio Amado Romero Rodríguez, Rubén Coa Aguilar, Leonidas Huamaya, Manuel Zerillo, César Yrupailla y Jhonny Cárdenas, todos de Gana Perú, presentaron dos proyectos de ley que pretenden traerse abajo la lucha contra la minería informal. Este grupo de señores propone derogar el Decreto de Urgencia N° 012-2010 que declara de interés nacional el ordenamiento minero en la región de Madre de Dios, y los decretos 028-2011 y 035-2011-EM que disponen la recuperación ambiental de las cuencas de los ríos Ramis y Suches en la región Puno. Proyecto de ley que, además de vulnerar totalmente la lucha contra la minería informal, no va acompañado de una contrapropuesta, no presenta una alternativa. Solo busca derogar normas urgentes cuyos fines son revertir y ordenar la minería informal, y prohibir maquinaria para la minería ilegal.
El congresista Eulogio Amado Romero Rodríguez, principal promotor de este proyecto, nació en Madre de Dios y, por eso mismo, debería trabajar para ofrecerles a sus paisanos una región libre de contaminación ambiental, prostitución infantil, explotación laboral en condiciones infrahumanas y evasión tributaria.
Pero lamentablemente Romero Rodríguez es dueño de la Sociedad Minera Playa Nuevo Horizonte, una concesión aurífera en Laberinto y, así como sus compañeros firmantes, no está interesado en fiscalizar una actividad que lo enriquece personalmente.
Y lo más peligroso de este asunto es que este congresista forma parte nada menos que de la Comisión de Energía y Minas del Congreso, cargo del cual debió haberse inhibido por un asunto ético tan razonable y simple como el llamado conflicto de intereses.
Los decretos que estos señores pretenden derogar con un proyecto de ley abusivo fueron saludados y reconocidos en su momento por la opinión pública, por las razones que muchos ya sabemos de memoria, pero que nunca está de más recordar:
Porque el 99% de las operaciones mineras en Madre de Dios es informal. Porque más de 1.500 petitorios mineros en esa región se superponen sobre áreas naturales protegidas. Porque estas operaciones ya destruyeron más de 30 mil hectáreas de bosques en una zona de altísimo potencial turístico. Bosques donde todavía caminan en estado silvestre roedores del tamaño de un chancho, delfines de río, nutrias, aves, monos aulladores, otorongos, mariposas y peces comestibles que cada vez es menos sano consumir por la alta dosis de mercurio que contiene su carne.
Porque Madre de Dios produce un promedio de 18 mil kg de oro al año y por cada kilogramo de oro se usan 2,8 kg de mercurio. Y ese mercurio, junto con otros metales pesados, ya ha contaminado fuentes de agua, ríos, quebradas, cochas y aguajales.
Porque debido a esta informalidad el Estado deja de percibir entre 50 millones y 200 millones de soles anuales en impuestos y la región Madre de Dios, por increíble que esto suene, recauda apenas 42 mil soles al año por canon minero, a pesar de que se estima que el valor del oro extraído supera los 1.600 millones de soles anuales.
Y sobre todo, señores congresistas, porque la Organización Internacional del Trabajo ha denunciado que en los campamentos mineros de Madre de Dios no se aplica ninguna regulación laboral y se producen deplorables vulneraciones a los derechos humanos, como explotación sexual de niños y niñas, trata de personas y situaciones infrahumanas de trabajo forzado.
Señor presidente Ollanta Humala, la única esperanza que nos queda frente a este proyecto de ley tan desleal con el Perú es que usted no encuentre ninguna razón para firmarlo.
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