El problema de la tierra: 9 conclusiones de la realidad latinoamericana

El problema de la tierra sigue siendo de vital importancia para los estados latinoamericanos y uno de los puntos de agenda más prolongados en esta región. Así lo demuestran diversas asociaciones como la Coalición Internacional para el Acceso a la Tierra (ILC), la Fundación para el Desarrollo en Justicia y Paz (Fundapaz) y la Federación Agraria Argentina (FAA), quienes, junto a otros representantes, dieron a conocer sus conclusiones sobre esta problemática.

La próxima actividad planteada es el Foro Internacional “El mapeo participativo y los derechos territoriales de los pueblos indígenas” que se realizará en Rosario, Argentina del 22 al 24 de noviembre del presente año. Las siguientes son las principales conclusiones del foro realizado el año pasado en Argentina, pero que tienen plena vigencia en nuestros países latinoamericanos:

1. Los problemas vinculados al tema de la tierra son de largo plazo y provienen de una historia relacionada a procesos de pérdida y expulsión, de luchas por la tierra y procesos de reivindicación. El tema de la propiedad no está resuelto, persisten los reclamos, los desalojos y conflictos.

2. El tema de la tierra atañe a todos en los diferentes países latinoamericanos. Las leyes de tierras tienen historias diferentes, responden a distintas propuestas y son negociadas de distintas formas. Esta situación ocasiona conflictos, los que pueden ser resueltos de forma adecuada o pueden ser largos y complejos de resolver.

3. Necesidad de trabajar en procesos de ordenamiento territorial. La tierra atañe al conjunto del territorio, los problemas vinculados a este recurso no pueden pensarse de forma aislada, las respuestas atañen a múltiples actores, estas pueden ser concertadas o tensas y suelen estar vinculadas a acciones de presión.

4. Los jóvenes que trabajan en el campo no son adolescentes, tienen edad para tener parejas y familias, por lo que tienen mayor facilidad para generar arraigo en su tierra, lo que requiere esfuerzos conjuntos y concertación. Existe una actual preocupación por la formación de las nuevas generaciones en el campo, que son las que dan sostenibilidad a los proyectos, por lo que se debe impulsar la inserción de los jóvenes en los procesos vinculados a la tierra y desarrollo rural.

5. Los observatorios y sistemas de vigilancia de la tierra y recursos naturales brindan una oportunidad única para observar los procesos vinculados a la tierra tal y como van pasando. Los observatorios dejan un rastro del problema de la tierra y los diferentes temas y actores involucrados –pueblos indígenas, campesinos, criollos, estados, entre otros. Es importante reflexionar sobre los procesos que se observan y monitorean, la tipología de productos que se generan y su utilidad, y la interpretación de datos.

6. Desde la perspectiva indígena el tema de la tierra es un tema de territorios. Los pueblos indígenas actualmente tienen diferentes experiencias en relación a la tierra y se observan lógicas distintas a las tradicionales: la tierra vinculada al desarrollo, expectativas para aprovecharla y ponerla en valor. El Estado está presente en el tema de la tierra y los problemas de los pueblos indígenas por este recurso, la relación entre estos dos actores es cambiante, diversa, tensional y central. Los procesos implican aprendizajes de ambos lados, tanto desde los estados, como de los movimientos indígenas.

7. Tras la retirada del Estado registrada en las últimas décadas en los países latinoamericanos, es necesario redefinir cómo se maneja el tema de la tierra y los territorios.  Para ello se debe tener en cuenta distintos factores, entre ellos el cambio en las lógicas de las reformas agrarias anteriores y actuales; el cambio de significados de la tierra –tema de acceso a recursos y no solo de propiedad y tenencia-; y la necesidad de participación de los diferentes actores en las políticas públicas. No sólo importa la calidad de las leyes, sino cómo estas han sido negociadas y su legitimidad social.

8. En Argentina, el manejo de los territorios y la competencia para la resolución de conflictos se trabaja desde la dimensión nacional –gobiernos y leyes nacionales– y local  –gobiernos regionales con sus propias legislaciones–, situación que se repite en otros países de la región. En estos contextos complejos se debe revisar cómo se define la propiedad en relación al Estado, las colectividades y los diversos grupos que habitan los territorios, las lógicas de apropiación y propiedad y los procesos de transformación productivos, así como los mecanismos para el desarrollo de los territorios y la propiedad de la tierra teniendo en cuenta las diferencias entre las distintas poblaciones.

9. Desafíos a futuro: necesidad de conceptualizar y establecer un lenguaje común para poder discutir los temas relacionadas a la tierra y los territorios; impulsar soluciones locales de cara a las tensiones globales; promover el diálogo y procesos de negociación; asegurar y garantizar la seguridad en la tenencia de la tierra considerando a las diversas poblaciones; plantear soluciones diferenciadas para los problemas de la tierra teniendo en cuenta las necesidades de los diferentes grupos; v) necesidad de manejar políticas agrarias y medidas a diferentes niveles (nacional, regional y local); y consolidar la conservación de identidad de cara a  los procesos actuales de cambio.

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