Uno de los problemas mundiales más importantes de orden económico, social, ambiental, e inclusive de sobrevivencia de la propia humanidad, es el cambio climático.
El efecto invernadero que provoca el calentamiento global que venimos padeciendo también en el país por la acumulación en la atmósfera de bióxido de carbono emitido por la combustión de hidrocarburos y biomasa, trae como consecuencia el intercambio de la temperatura de la tierra, sequías, deshielo de los polos e inundaciones. Estos fenómenos naturales afectan la vida de miles de víctimas, las economías de las familias, la producción y productividad agropecuaria y forestal.
Los expertos mundiales recomiendan reducir entre 10% a 30% las emisiones de CO2 (bióxido de carbono) en los próximos años y en 60 por ciento hasta el año 2050 como medida para proteger el clima y disminuir las catástrofes del mundo.
Ante esta realidad surge la necesidad de impulsar el uso de energía renovable eficiente y limpia como los biocombustibles con el fin de reducir las emisiones gaseosas que favorecen el incremento de la temperatura media de la tierra.
En nuestro país, siguiendo la tendencia para contrarrestar los peligros naturales y generar oportunidades empresariales, se crea la ley de promoción del mercado de biocombustibles, y su reglamento, que obliga al uso a partir del año 2009 de biocombustibles en el mercado peruano con porcentajes de mezcla con el diesel (petróleo).
El compromiso nacional busca enfrentar con acciones el cambio climático, el agotamiento de las reservas probadas de petróleo y el constante aumento de precios de este combustible.
La exploración de nuevas fuentes de energía renovable como el biocombustible comparado con los combustibles derivados del petróleo, permite la reducción de emisiones gaseosas producidas por los motores de combustión interna (con petróleo).
Estos biocombustibles pueden obtenerse de diversas plantas anuales y perennes. Una de ellas es la jatropha curcas l, conocida como piñón. Este producto tiene un alto rendimiento de aceite, es una planta adaptada a las condiciones del trópico y utilizada por los agricultores y ganaderos de la región San Martín como cerca viva para delimitar sus parcelas.
Actualmente el proyecto piñón que ejecuta el Gobierno Regional de San Martín (GORESAM) a través de la dirección regional de agricultura, busca consolidar la cadena productiva, con ajustes tecnológicos en manejo de cultivos bajo el enfoque de los sistemas agroforestales para mejorar la competitividad del piñón.
El proyecto promoción del piñón que ejecuta la DRASAM inicia sus actividades teniendo como objetivo principal la promoción y la difusión del cultivo del piñón (jatropha curcas l.) en la región San Martín como parte del desarrollo del programa regional de biocombustibles “PROBIOSAM”; donde se establece la promoción de esta actividad con el apoyo de instituciones públicas como INIA, SENASA, empresas privadas, cooperación internacional como SNV, GTZ, DED y ONG’s, en la transferencia tecnológica adquirida del cultivo.
La ejecución del proyecto “promoción del piñón con las agencias agrarias para aprovechar el potencial agrícola en tierras deforestadas y degradadas en la región San Martín”, es un paso importante en el trabajo por la independencia energética de la región, con la participación activa de los productores agrarios. Además, valora la recuperación de áreas intervenidas y deforestadas mediante la reconversión de los cultivos tradicionales generadores de pobreza rural, por proyectos rentables de biocombustibles que recupera los suelos y contribuye a la mejora económica del agricultor.
El proyecto fomenta la asociatividad de los productores, organizándolos y formalizándolos, facilitando su acceso a los servicios agrarios en la búsqueda de mayor rentabilidad y competitividad.
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