La tendencia mundial a cultivos energéticos para la elaboración de biocombustible y reemplazar al diesel derivado del petróleo ha aumentado considerablemente en los últimos años como respuesta obligada a contrarrestar la contaminación ambiental y los efectos negativos que producen el calentamiento global o efecto invernadero.
Muchos países han empezado políticas o programas nacionales para la producción de biocombustibles. En Argentina se aprobó la Ley para la Promoción de Biocombustibles a inicios del 2007, que obliga a mezclar el diesel con 5% de biodiesel.
En México se expendió la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos en febrero del 2008 y se crea la Comisión Intersectorial para el Desarrollo de los Bioenergéticos. Buscan elaborar programas de corto, mediano y largo plazo relacionados con la producción y comercialización de insumos y el uso de bioenergéticos, así como fomentar la agroindustria y la inversión e infraestructura necesarias.
Se creó también la Comisión de Bioenergéticos para impulsar el desarrollo mediante la producción y uso de productos bioenergéticos y ambientales que fomenten la inversión y la participación social, privada y pública para alcanzar la autosuficiencia energética, la cultura de la conservación y el uso de tecnologías y productos no contaminantes.
En nuestro país, siguiendo esta tendencia se crea la Ley 28054 de Promoción del Mercado de Biocombustibles, y su reglamento, que obliga al uso de biocombustibles a partir del año 2009 en el mercado peruano con porcentajes de mezcla con el diesel (petróleo).
La Ley de Promoción del Mercado de Biocombustibles y sus reglamentos han establecido metas obligatorias de mezcla de etanol con gasolina (7,8% obligatorio a partir del año 2010), y de biodiesel con diesel (2% obligatorio a partir del 2009, y 5% obligatorio a partir del 2011). Este marco legal ha creado un mercado interno de biocombustibles que empieza a crecer.
En ese marco, se inicia el proyecto Promoción del Piñón que ejecuta el Gobierno Regional de San Martín a través de la Dirección Regional de Agricultura, con actividades para la promoción y la difusión del cultivo del piñón en la región como parte del desarrollo del Programa Regional de Biocombustibles – PROBIOSAM.
Países de la Unión Europea como Alemania, Francia e Italia, y de América como Argentina, Uruguay, Brasil y Perú han evaluado nuevas opciones de semillas o plantas oleaginosas con potencial para la generación de biodiesel. Una de las especies con mayor posibilidad de explotación por sus características agronómicas e industriales es jatropha curcas L., conocida comúnmente como piñón blanco.
La jatropha curcas es una especie vegetal de alto potencial energético como opción que no compite con las especies cultivadas en forma comercial ni con las destinadas a la alimentación.
En Tailandia, el Departamento de Energías Alternativas y Eficientes propone que el cultivo masivo de jatropha curcas tendría beneficios económicos, sociales, ambientales y contribuiría a la seguridad energética y alimentaria del país.
En India, Egipto y Madagascar se realizan investigaciones sobre el potencial del piñón para la producción de combustible natural. La India cultiva actualmente la planta de piñón en una extensión de 500 mil hectáreas en el centro y sudeste del país para la producción de biodiesel.
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