Más de 300 infectados de dengue en Piura (según el Ministerio de Salud), más de 500 casos del mismo mal en Huánuco y 14 regiones en emergencia, son algunas cifras que demuestran que la realidad de las enfermedades infecciosas en el Perú es más grave de lo que se pensaba. Ahora bien, no todo es dengue, ya que existen también el chikungunya y el zika, enfermedades que han logrado entrar a nuestro país desde el 2014. El epidemiólogo Walter Prudencio conversó con Siente La Ciencia y explicó el panorama de los tres males infecciosos.
“Estas enfermedades son frecuentes en una zona tropical como el Perú. Sin dudas que el mayor problema es que se transmite por un mosquito llamado aegypti. Este insecto vive en zonas que van desde los 0 m.s.n.m. hasta los 2 mil m.s.n.m. y por eso una gran parte de las ciudades del país tienen este mosquito. El aegypti funciona como el vector, es decir, quien lleva la enfermedad al picar a algún infectado”, señaló.
Asimismo, Prudencio profundizó en el proceso de propagación de estas enfermedades y desmitificó que existan diversos tipos de mosquitos para contagiar el dengue, zika y chikungunya.
“En Perú lo más frecuente es el dengue y la fiebre amarilla; sin embargo, este último ya está prácticamente erradicado. El chikingunya y zika son enfermedades de origen africano que se han ido trasladando al continente americano desde hace dos y un año respectivamente. Estas enfermedades encuentran el nicho ecológico exacto en el Perú para sobrevivir. El virus entra con una persona infectada y cuando el mosquito pica al portador de la enfermedad, el insecto lleva el mal hacia otra persona y produce un ciclo. El mismo mosquito aegypti puede transmitir tanto dengue, chikungunya y zika”, sostuvo.
¿Cómo diferenciar dichas enfermedades?
Respecto al tema de las diferencias, el epidemiólogo aseguró que el dengue “es un problema serio porque puede matar”. Prudencio señaló que hasta un 10% de los casos de dengue son complicados y pueden ser letales.
“La principal característica del dengue es que presenta una fiebre hemorrágica. Todos tienen una fase similar en lo que es el comportamiento pseudogripal que se caracteriza por la fiebre, malestar general, dolor óseo y comportamientos anómalos en los resultados de los laboratorios. En el caso del Chikungunya, el síntoma principal es el dolor articular. Por su parte, el zika es una enfermedad muy leve. Cuatro de cinco infectados ni se enteran que han tenido la enfermedad porque no la han desarrollado. La persona que sí la desarrolla presenta una fiebre leve, una erupción de piel y hasta conjuntivitis. La infección por zika puede durar hasta cinco días”, dijo.
Walter Prudencio se refirió a la letalidad del chikungunya y comentó que solo el 1% o 2% de los infectados puede fallecer. Por su parte, el zika es una enfermedad con probabilidades casi nulas de ser mortal. “Lo que sí se ha demostrado casi en su totalidad es que el zika produce microcefalia en recién nacidos y alteraciones en el sistema nervioso”, mencionó.
Prudencio aseguró que las tres enfermedades presentan secuelas y por eso hay que tener mucho cuidado con ellas. “Las secuelas más graves son las del dengue, ya que te puede dejar lesiones en el cuerpo, se pueden dañar varios órganos, pueden haber insuficiencias cardiacas y hasta el hígado puede verse comprometido”, comentó.
En el caso del chikungunya, el epidemiólogo aseguró que no es mortal, pero es un mal que se cronifica y luego de tres meses el infectado sentirá un dolor articular muy fuerte durante dos años.
“A veces los pacientes que sufren ese mal necesitan tomar morfina para controlar este dolor. En el Perú la población es virgen respecto al chikungunya, así que si esta enfermedad entrara con fuerza, tendríamos un foco infeccioso de alrededor de 60% pobladores infectados en todo el territorio”, mencionó.
Asimismo, Prudencio dijo que el zika no produce complicaciones mayores durante la infección, pero presenta dos potenciales secuelas muy graves. “Si contraes el zika cuando eres adulto, en el futuro puedes presentar problemas en los nervios y perder paulatinamente las fuerzas. El segundo problema es que las mujeres gestantes pueden procrear recién nacidos con problemas nerviosos y microcefalia”, señaló.
El médico comentó el tema de la diferenciación de las enfermedades en los pacientes y aseguró que es muy complicado el poder hacer un diagnóstico sin hacer un análisis a profundidad. El experto señaló que influye mucho el saber si el infectado ha estado en países en donde el zika, dengue y chikingunya tienen fuerte presencia.
“Cuando nosotros tenemos un paciente con síndrome febril y este ha venido de zonas tropicales, se les hace una serie de análisis para poder descartar algún mal. A simple vista es muy difícil diferenciar quien tiene cierta enfermedad. Probablemente, el dengue sí se pueda distinguir, ya que al ser agresiva provoca hemorragias y eso es más vistoso. Entre el 30% y 40% se caracteriza por una fiebre de 38° y 39°, dolor ocular, dolor articular y algunas erupciones en la piel. Lo que más importa es el antecedente epidemiológico. Si viene un paciente de Brasil con fiebre y lesiones de piel, entonces yo tendría que sospechar más del zika. Si viene uno del norte del Perú con fiebre, erupciones de piel, dolor articular y dolor en los ojos, tendría que pensar en dengue. En cambio, si viene un paciente de Centroamérica o Colombia es posible que tenga Chikingunya”, relató.
La prevención es la solución
El epidemiólogo tocó el tema de la prevención y dijo que el trabajo del Ministerio de Salud ha sido, hasta ahora, adecuado. Asimismo, Prudencio aseguró que mejorar las condiciones higiénicas y hacer correctas fumigaciones son necesarias para acabar con las epidemias.
“La prevención de estas enfermedades radica principalmente en controlar el vector que transmite estos males. Lo que se tiene que hacer es eliminar los criaderos de estos insectos, como las botellas que contienen agua. Mejorar las condiciones higiénicas es otra buena forma de poder controlar el vector. Si el mosquito es sometido, ya no habrá rebrote de estas enfermedades. La fumigación es otro aspecto importante y el Ministerio de Salud, en coordinación con los gobiernos locales, ha hecho una buena labor. Las políticas para prevenir estos males sí son las correctas”, aseveró.
Finalmente, respecto al tema de las vacunas, el experto en enfermedades infecciosas sostuvo que en el Perú estamos muy atrasados en ese aspecto. Prudencio dijo que solo para el dengue se ha evaluado la posibilidad de proporcionar una vacuna.
“Hay vacunas que están siendo probadas para dengue, pero aún no han llegado a nuestro país. El MINSA las está evaluando para ver si cumplen los requisitos adecuados para su utilización en el Perú. En el caso del zika y chikungunya, no hay vacunas disponibles”, finalizó.