Que «el Perú se convierta en un narcoestado y principal productor de hoja de coca en Sudamérica, favoreciendo el tráfico ilícito de drogas en el Vraem» es una de las amenazas que se ciernen sobre nuestro país de implementarse el anuncio del Gobierno central de proceder a cerrar unas 40 bases contraterroristas en la zona del Vraem. Así lo consideró el teniente general (r) PNP José Baella Malca, exdirector de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote).
Baella Malca cuestionó el anuncio gubernamental al recordar la existencia de remanentes de Sendero Luminoso en el Vraem, quienes «están en la actualidad en un repliegue estratégico» esperando las «condiciones objetivas» para continuar su accionar terrorista en la zona. En ese sentido es que recordó que en mayo del 2021 el autodenominado Militarizado Partido Comunista del Perú, bajo el liderazgo del terrorista Víctor Quispe Palomino, asesinó a 16 personas en el distrito de Vizcatán del Ene.
Ante lo dicho se pregunta «si existe o no una estrategia, por parte del actual gobierno para terminar con el terrorismo y el tráfico de drogas en la zona del Vraem». Frente el anuncio de cerrar bases antiterroristas, identificó otros peligros para el país: Se dejará de perseguir a los remanentes de Sendero Luminoso en el Vraem; así como que el Gobierno concretaría la promesa electoral con los cocaleros del Vraem de no erradicar la hoja de coca en la zona.
Otra consecuencia será permitir que los remanentes de Sendero Luminoso en el Vraem «puedan desplazarse libremente y expandan su accionar a las principales ciudades (…) así como hacer trabajo político ideológico para la captación de más adeptos». Además, el país tendrá que renunciar a convenios mundiales para no seguir erradicando la hoja de coca ilegal en el Vraem; ello generará un impacto negativo al país por transar con el narcotráfico y el terrorismo, consideró.