La seguridad de nuestro país está en peligro debido a la unión que viene registrándose entre ciertos movimientos que impulsan supuestas reivindicaciones sociales y la mafia dedicada a la producción de droga, alertó el analista político Agustín Figueroa tras hacer un balance preocupante sobre la marcha de la lucha antinarcóticos en la región.
“El narcotráfico es el principal problema del Perú porque está afectando la esencia misma de nuestro sistema democrático y civilizado. No basta la denuncia ni la grita ante este problema”, señaló.
El periodista también dijo que los típicos movimientos armados inspirados en el pensamiento marxista maoísta desaparecieron de nuestro país a finales de los años 90. Refiriéndose a la presencia del grupo terrorista Sendero Luminoso en las zonas del Huallaga y en el Valle del Río Apurímac y Ene (VRAE), explicó que los grupos ilegales ahora están trabajando como ‘guachimanes’ de la droga.
Sobre las demandas sociales en las zonas cocaleras, Figueroa pidió aclarar términos: “El campesino colero es aquel que siembra la hoja de coca para el uso tradicional, mientras que el campesino cocainero es el que cultiva para el narcotráfico”, fustigó luego de rechazar la influencia política proveniente de países vecinos que han enarbolado la defensa y promoción de un cultivo que es insumo para la cocaína.
Lamentó, asimismo, que Venezuela poco a poco esté convirtiéndose en un gigantesco centro de acopio y distribución de la droga procedente de Colombia y que tiene como destino las calles de los Estados Unidos y de los países europeos.