Llegaron a Jauja para hacer visible una situación apremiante: el ingeniero Marino Morikawa y diversas autoridades del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Oefa), así como de los ministerios de Ambiente, Agricultura y la Autoridad Local del Agua, monitorearon la laguna de Paca para alertar sobre su situación. “Si los representantes de los gobiernos, autoridades y la población no toman medidas pertinentes, en 10 años la laguna de Paca se perdería como muchos otros humedales de la sierra”, afirmó Morikawa.
El ingeniero y el Oefa recogieron muestras para determinar la cantidad de metales pesados y la contaminación orgánica e inorgánica. “Hemos visto todo lo referente a sólidos, bacterias patógenas. En dos semanas deberían estar los resultados”, sostiene Morikawa, aunque afirma que por lo visto se necesita trabajo de limpieza y control.
El escenario, detalla, es complejo: la laguna de Paca está rodeada por 14 restaurantes recreacionales cuya agua drena directamente en la laguna. Además, hay minería informal cerca de la zona. Tampoco hay control respecto al uso de pesticidas destinados a la agricultura, así como en el pastoreo, que es indiscriminado. A todo eso se suman la presencia de especies invasoras y una sobrepoblación de juncos.
Morikawa, quien dio una charla contando su experiencia en la recuperación del humedal El Cascajo (Chancay), espera que con los resultados del Oefa lleguen por fin las acciones.