Un informe publicado hoy en la revista Caretas señala más evidencias de la peligrosa relación que existe en el Huallaga entre el narcotráfico y el grupo terrorista Sendero Luminoso. En un informe titulado «El Nuevo Frente del Huallaga», el semanario analiza, con el apoyo del experto en temas de narcotráfico Rubén Vargas, algunos de los hechos más recientes que hace evidente esta relación.
A continuación, INFOREGIÓN reproduce el informe de Caretas.
La relación entre la coca ilegal y los remanentes de Sendero Luminoso se vuelve a hacer evidente en el Huallaga. Y la zona de Bolsón Cuchara se ha convertido en el ejemplo perfecto de aquella complicidad. Allí hay unas dos mil hectáreas de cocales destinados prácticamente en su totalidad a los laboratorios de cocaína.
En todo el Huallaga hay unas 17 mil hectáreas y es la segunda región productora luego del VRAE. Para los clanes de la droga, Bolsón Cuchara es el principal corredor de ingreso al Monzón. Es también la región que sirve de refugio a las mermadas huestes de “Artemio”, quien se movería por las cercanas localidades de Huatuco y Yanajanca, en el distrito de Aucayacu.
“Los gremios cocaleros”, asegura el ministro del Interior Octavio Salazar, “convocaron a una marcha de sacrificio a Lima con el propósito de neutralizar la erradicación de cultivos ilegales en Bolsón Cuchara. Aquí el personal del CORAH y la policía antidrogas descubrieron 26 pozas de droga y 6 laboratorios de cocaína en los últimos 38 días.
Esperamos encontrar más. Ni bien empezó la erradicación, los cocaleros respondieron con ataques”. Y la resistencia no es broma. Hasta ahora, cinco policías y un miembro del CORAH resultaron heridos. La Policía abatió a dos de los atacantes, a quienes se les incautó armas de fuego. “El gobierno no va a retroceder en su propósito de erradicar toda la coca del Huallaga”, asegura Salazar.
“EN LA DÉCADA de los ochenta y noventa”, explica Rubén Vargas de la agencia de noticias Inforegión, “Bolsón Cuchara fue controlado por Sendero Luminoso”. Las erradicaciones, paralizadas allí durante una década, fueron reiniciadas el pasado 14 de setiembre. Un total de 250 empleados del CORAH vienen siendo asistidos por 200 policías.
El 21 de setiembre, unos cien cocaleros intentaron impedir la extracción de los cultivos ilegales en Alto Pacae, donde se descubrió un laboratorio de PBC. Inteligencia policial detectó que los campesinos fueron movilizados luego de una reunión de emergencia entre algunos líderes cocaleros de la zona con “Artemio”. Al día siguiente, la presidenta de la Federación de Organizaciones Productores Agropecuarios y Forestales del distrito de José Crespo y Castillo, Rosa Obregón Cárdenas, convocó a sus bases mediante agresivos comunicados radiales a una concentración en Bolsón Cuchara.
Simultáneamente, los hombres de “Artemio” realizaron embanderamientos y pintas amenazantes en los caseríos de la zona. El primer choque ocurrió el 23 de setiembre en el sector Belén. Una turba de alrededor de 500 cocaleros atacaron por dos flancos. La turba armada con escopetas de perdigones, tramperas,lanzas y palos con clavos y hondas era liderada por Rosa Obregón. Otros inflitrados portaban cámaras digitales, para captar los rostros del personal del CORAH y la Policía. Después de dos horas, y luego de que resultaran heridos cinco policías, un cocalero fue muerto en los enfrentamientos.
Al día siguiente otros 500 cocaleros se enfrentaron a la policía en Los Cedros, donde se descubrió otra poza de maceración. El 26, en el sector JC Tello, la policía halló restos óseos de tres personas presuntamente asesinadas por Sendero. Dos días después, en esta misma zona, otro cocalero fue abatido por la policía. Un trabajador del CORAH había sido alcanzado por los perdigones en la cabeza y el estómago.
Fracasados los intentos de paralizar la erradicación, Rosa Obregón se puso en contacto con organizaciones cocaleras del Monzón para realizar una “marcha de sacrificio” a la capital.
La dirigente es de cuidado.
El Jefe del Frente Policial del Huallaga, general PNP Luis Valencia Hirano, sostiene que Rubén Valles Rojas, capturado el 13 de octubre y asesino confeso de la dirigenta cocalera Diodora Vara de Aucayacu, aceptó haber pertenecido a la organización cocalera de Rosa Obregón y cometer el asesinato contratado por un mando senderista.
El crimen ocurrió en mayo último y, entonces, la parlamentaria andina Elsa Malpartida señaló a Rosa Obregón como la responsable (CARETAS 2097). Un mes después, el cocalero Rafael Lloclla fue asesinado presuntamente por senderistas en la provincia de Leoncio Prado. Aparentemente, se trata de venganzas por no plegarse a los planes de los terroristas.
El analista Rubén Vargas asegura que “Sendero está más débil que nunca por los golpes que le ha dado la Policía. Artemio no tiene mandos importantes que le permitan controlar efectivamente el territorio y entonces pretende involucrarse más con las organizaciones cocaleras”.
Para muestra un botón: Vargas recuerda que el dirigente cocalero Hernán Cuba Iglesias acaba de ser sentenciado a 25 años por delitos de terrorismo. Y siguen otros en la lista. (Abilio Arroyo) ■