El día 02 de setiembre se publicó en la revista ¨Nature¨ un artículo sobre el peligro de reactivación de condiciones El Niño en verano 2014 / 2015. En lo siguiente, le presentamos una versión resumida, traducida y comentada de este artículo.
Las primeras señales de peligro de un fenómeno El Niño se presentaron en Enero 2014 cuando se debilitó el viento este/oeste resultando en el ingreso de aguas calientes al Pacífico ecuatorial del este. En 1997 se habían mostrado las mismas señales resultando durante el verano 1997/1998 uno de los más fuertes eventos El Niño jamás registrados. Este El Niño causó lluvias torrenciales a lo largo de la costa oeste de América norte y de América del sur, así como graves sequías en Australia y Asia sur-oeste, eventos climáticos que a su vez resultaron en la muerte de miles de personas y pérdidas económicas de decenas de billones de $US.
Para que se desarrolle un El Niño se requiere que el océano y la atmosfera cooperen. Normalmente el calentamiento del océano Pacifico oeste refuerza vientos que empujan más agua caliente hacia el oeste. Pero en este año la atmosfera no hizo su parte y como resultado el océano se enfrió en mayo, junio y julio supuestamente deteniendo El Niño.
Sin embargo según Anthony Barnston, investigador de la Universidad Columbia de Nueva York, los vientos están empezando de nuevo a formarse, dando un segundo chance a la formación de El Niño. Su equipo de investigadores estima un chance del 75 % para la formación de un evento El Niño moderado al final de este año, solamente que se formará un poco más tarde en el año de lo que se pensó hasta la fecha. También, la Oficina de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration – NOAA) confirma que hay una probabilidad de 65% para la formación de un evento El Niño moderado.
Lo que pasará durante los siguientes meses demostrará si nuestros modelos de diagnóstico climático funcionan o no.
Con respecto al impacto del cambio climático, causado por la contaminación atmosférica por parte de nuestras industrias, sobre la fuerza o la secuencia de fenómenos de El Niño, existe poca claridad. Sin embargo, según el científico Wenju Cai del Centro de Investigación Marina y Atmosférica de Aspen-dale en Australia, los impactos generados por El Niños serán más fuertes al contar con un clima más caliente. “El mundo se está negando a tomar este riesgo serio¨ opina Wenju Cai. Según sus estudios, efectos El Niño podrían desarrollarse dos veces más frecuentes en el transcurso del siglo.
Cada El Niño del pasado resultó en la pérdida de vidas en el Perú, en la perdida de infraestructura, en la reducción de la pesca, en pérdidas masivas en la agricultura y en mortalidades graves de especies marinas protegidas. ¨¿Realmente nos podemos dar el lujo de seguir ignorando la influencia que tiene nuestra actividad comercial sobre la generación de fenómenos El Niño más fuertes y más frecuentes?¨, pregunta Stefan Austermühle, Director Ejecutivo del Instituto Interamericano de Ecología Integral (INECI): ¨¿O deberíamos más bien hacer lo que se pueda para reducir este peligro?¨
Aunque El Niño es un fenómeno natural que siempre existió y al cual tenemos que aprender a adaptarnos, es responsabilidad compartida con todos los otros países del planeta hacer todo lo posible para evitar un aumento de su fuerza y frecuencia debido al cambio climático. Para lograr esto las empresas de todo el mundo (incluyendo al Perú) deben poner de su parte.
A través de los sistemas de certificación ambiental del Instituto Interamericano de Ecología Integral (INECI) empresas de todo América Latina pueden volverse más ecoeficiente, ahorrando energía y de esta forma reduciendo su aporte al cambio climático.