El narcotráfico es una amenaza para la Amazonía peruana y la biodiversidad suramericana porque ocasiona la deforestación y la degradación de suelos, advirtió hoy el jefe de Devida, Alberto Otárola, quien reafirmó el compromiso del gobierno de una lucha frontal contra el tráfico ilícito de drogas.
Explicó que la fase de producción de esta actividad ilícita, también lleva a la tala y quema de bosques, así como la contaminación de ríos y terrenos al verterse los desechos de insumos químicos que utilizan en la fabricación de drogas.
«La Amazonía Peruana es gravemente impactada por el narcotráfico. Se estima que existen 2.5 millones de hectáreas deforestadas a causa de este delito, siendo el costo por recuperación de 1 hectárea de suelo degradado por los impactos del narcotráfico S/3,500 soles por hectárea», estimó.
Con ocasión de celebrarse el 5 de junio el Día Mundial del Ambiente, el presidente ejecutivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) destacó que el Perú vaya a ser sede de laConferencia de Partes sobre Cambio Climático (COP20), del 1 al 12 de diciembre próximo.
Felicitó al gobierno peruano, que a través del Ministerio de la Ambiente, como organismo rector, viene desarrollando esfuerzos para el éxito de este evento global, cuyas conclusiones deberán reflejar la comunión de voluntades por un mundo socialmente responsable que proteja su medio ambiente, erradique el narcotráfico, y vele por la salud y la seguridad de las personas.
Destacó, asimismo, el respaldo del Secretario General de la ONU, Ban ki-moon, quien resaltó el compromiso y liderazgo del Perú como anfitrión de la COP20, promoviendo el desarrollo sostenible de los países incluyendo en su temática un enfoque económico, ambiental y social.
La COP20 de Lima tiene como objetivo lograr acuerdos multilaterales sobre cambio climático vinculantes que reemplace al Protocolo de Kioto, y sensibilizar a la población mundial para que ayuden a limitar la elevación de la temperatura, reduciendo las emisiones domésticas y fabriles.