El reconocido ecólogo tropical Luis E. Fernández conversó con El Comercio sobre la problemática de la contaminación con mercurio procedente de la minería ilegal. También sobre la Convención de Minamata, iniciativa de las Naciones Unidas para reducir, globalmente, el uso de este peligroso neurotóxico.
-¿Según sus evaluaciones, cuál es el impacto actual del mercurio proveniente de la minería ilegal, en Madre de Dios?
-En todas las comunidades de Madre de Dios se presentan niveles tres veces por encima del límite máximo permisible internacionalmente. Esto es un gran riesgo para las personas expuestas al metilmercurio, que es la forma más encontrada y la más tóxica.
-¿Cuándo empezaron estas investigaciones?
-El año pasado, así que tenemos datos recientes. Tomamos muestras de pelo a más de 1,000 personas de distintas comunidades de Madre de Dios y encontramos niveles muy altos de mercurio, de metilmercurio, que llega por el consumo de pescado contaminado.
-¿Qué otros ángulos se consideraron en sus análisis?
-Varios. Hicimos una gran encuesta sobre el consumo de pescado y cuál es el trabajo que realizan quienes presentan los índices más altos de contaminación por metilmercurio. Necesitábamos saber qué tipos de pescado son los más consumidos y si todos los afectados trabajaban como mineros.
-¿Y cuáles fueron los hallazgos?
-Enfocándonos en los adultos de Puerto Maldonado, verificamos que presentan casi tres veces el límite máximo permisible de mercurio. Encontramos niveles muy altos en los pescados ofertados en el mercado; analizamos 15 tipos de pescado y el 60% de los que se venden en Madre de Dios estaban contaminados, todos con niveles muy por encima de los límites permisibles.
Es difícil determinar exactamente la procedencia de ese pescado porque al mercado los llevan de distintas zonas.
-El mercurio de la minería ilegal llega al río, luego a los peces y después a las mesas…
-Exactamente, y lo que queríamos saber en este primer estudio es en qué ríos o cochas fueron pescados, dónde se habían contaminado. Las especies ofertadas en los mercados son muy consumidas en la ciudad.
-Entiendo que sus investigaciones continúan…
-Así es. Después de esos primeros análisis, el siguiente estudio abarcó 28 comunidades urbanas, en Puerto Maldonado, Mazuco e Iberia, y 13 comunidades nativas y pequeñas comunidades rurales no nativas. Todas presentan contaminación por encima de los límites.
-¿La contaminación es similar en las comunidades urbanas y las indígenas?
-No, y esto es preocupante por lo que significa para la salud y supervivencia de las comunidades nativas. En ellas encontramos que la contaminación por mercurio es cinco veces mayor que el límite máximo y dos veces más alta que en las comunidades urbanas o en las rurales no nativas.
-¿Esto es porque los indígenas consumen más pescado en su dieta?
-Es un hecho que los indígenas amazónicos consumen más pescado que el resto de la población. En las comunidades indígenas no encontramos a ninguna persona que dijera que no consumía pescado. Es el principal alimento, su principal fuente de proteínas. La mayoría va a los ríos o cochas a pescar y esos cuerpos de agua están en áreas de minería.
-¿Los pobladores que habitan más cerca de las áreas de minería ilegal presentan más contaminación?
-Sí. De hecho, en tales comunidades encontramos a personas con mercurio ocho veces por encima del límite. Incluso encontramos a niños indígenas con rangos hasta cuatro veces más altos que los de una persona de la ciudad o de comunidades no nativas.
-Alimentarse se ha vuelto peligroso…
-Estamos ante una población expuesta al mercurio acumulado en el principal de sus alimentos y mientras la dieta incluya más pescado, como en el caso de los indígenas, mayor es el peligro.
La mayoría de habitantes de la ciudad de Madre de Dios come pescado al menos una vez por semana. Hay un pequeño grupo de personas llegadas de otros lugares del Perú que come otros alimentos, como pollo o lentejas. El 92% de las personas, sin embargo, respondió que come pescado de la zona una vez a la semana.
-¿Se sabe cuáles especies de peces están más contaminadas?
-Hemos constatado que las que ocupan una posición más alta en la cadena alimenticia tienen mayores concentraciones de mercurio. Los más pequeños y los que se alimentan de frutos y hierbas tienen niveles más bajos. Igual ocurre con los que son criados en piscigranjas. Los más contaminados son los carnívoros, es decir, los peces que se alimentan de otros peces. Y son justamente estos los más consumidos: doncella, zúngaro, dorado, entre otros. Son peces grandes y migratorios que viven varios años y se desplazan por diferentes cuencas, algunas muy afectadas por la minería ilegal. El mercurio se acumula y se va acrecentando conforme se sube en la cadena alimenticia. Un pez contaminado que se alimenta de otro también contaminado absorbe el mercurio de este y así va sumándose el veneno.
-¿Se puede decir que en Puerto Maldonado ya hay un problema de salud pública por el mercurio de la minería ilegal?
-Creo que es obvio. Tenemos, además, que en Madre de Dios y en las ciudades donde hay tiendas de compra y venta de oro ilegal se emite mucho mercurio al aire, porque lo queman y eso contamina directamente la zona urbana donde viven muchas personas.
En Puerto Maldonado tienes casos de exposición por la respiración también por el polvo, pues allí ha habido mucha actividad minera. Es una situación compleja, donde tienes mercurio en varias formas, afecta el cuerpo en formas distintas y está tanto en las ciudades como en las áreas naturales.
-Parece difícil escapar del mercurio…
-Si lo tienes en tantos sitios, es muy difícil y lo peor es que esto afectará a las próximas generaciones. Nuestros resultados preliminares muestran la exposición que tiene la mujer en edad fértil y estas futuras madres transmitirán a sus hijos el mercurio. Este problema de salud pública es una herencia para las futuras generaciones.
-¿Si el mercurio de la minería ilegal afecta a las próximas generaciones, significa ello que puede afectarse el desarrollo del país?
-La Unión Europea cuantificó el costo de este problema. Hay que considerar la atención médica de los afectados, la pérdida de horas de trabajo, pues los afectados tienen el sistema inmunológico deprimido y menor resistencia a las enfermedades e infecciones. A esto hay que sumar los problemas cognitivos y la pérdida de coeficiente intelectual. El costo para un Estado puede ser de billones, porque si tienes una sociedad, una generación afectada aunque sea con niveles bajos, pero crónicos, se afectará su capacidad productiva, intelectual, social y económica, y con ello las posibilidades de todo un país.
-¿Qué país tiene una tasa mayor de minería ilegal en la región?
-El Perú es el país que tiene las tasas más altas de minería ilegal en la región, especialmente por la minería artesanal. Colombia también tiene mucho de esta minería y eso resulta en bosques perdidos, pero se da más en la costa que en la Amazonía. Hay minerías artesanales e ilegales en todos los países, en Surinam, en las Guyanas, en Brasil, pero lamentablemente en el Perú el problema es más agudo.
-¿Cómo ve la comunidad internacional el problema de la contaminación por mercurio en Madre de Dios?
-Existe gran preocupación por la depredación de los bosques y los altos niveles de mercurio hallados en Madre de Dios. Se trata de un área reconocida como centro de biodiversidad y de cultura indígena.
-Madre de Dios y Tambopata son un centro de biodiversidad. ¿Hay más preocupación porque es una zona vulnerable, rica y altamente biodiversa?
-Así es. Estamos hablando de la reserva de Tambopata, uno de los lugares más biodiversos del planeta y del Parque del Manu, que es uno de los sitios más prístinos, más vírgenes de toda la cuenca amazónica. Gracias al creciente ecoturismo, muchos extranjeros han visitado el Perú para conocer su medio ambiente, sus ecosistemas y las tradiciones y costumbres de las personas de la Amazonía. La combinación del acceso que brinda el ecoturismo y la riqueza natural que puede verse a cada paso ha creado conciencia sobre estos sitios y de allí nace la gran preocupación de lo que pasa en Madre de Dios por la minería.
-¿Qué opina del avance de la minería ilegal en el Perú?
-En 2004 empezó a salir información de que algo pasaba en la Amazonía peruana con la minería. Crecía impulsada por el precio del oro. Globalmente había una explosión de la minería artesanal porque la pobreza empujaba a la gente hacia los bosques para aprovechar el oro y sacar un poco de dinero para mejorar sus vidas.
Lo que sucedió, sin embargo, es que las actividades se daban sin control ni fiscalización, deforestaban grandes extensiones de bosques y contaminaban ríos y lagos. Las personas empezaron, también, a dar señales de envenenamiento por metales pesados, especialmente de mercurio, en su forma de metilmercurio, que se da cuando el metal pesado entra en contacto con los fangos y bacterias del ambiente.
-Es paradójico, pero esta actividad impacta negativamente en los que trabajan en ella…
-Esto es cierto, y son estos mineros, muchos de ellos que trabajan para terceros, los más expuestos. Como científico, el tema es de interés profesional, pero también tengo una preocupación no solo ambiental sino humana, pues efectivamente los mineros están muy afectados.
He trabajado más de diez años con la comunidad minera artesanal peruana en el tema de salud ocupacional y pública, porque ellos están contaminados, trabajan en condiciones peligrosas e inseguras, usando materiales químicos muy tóxicos. Y son quienes menos saben del problema y cómo los está afectando, a ellos y a sus familias.
-¿Es notorio el incremento de la tasa de minería ilegal, informal y artesanal desde 2004?
-Sí. Se han realizado varios análisis mediante imágenes satelitales y en ellas se ve que la tasa realmente comenzó rápido en 2004 y luego de la crisis financiera de 2007 hubo una verdadera explosión.
La minería artesanal se convirtió en la principal responsable de la deforestación de la Amazonía en el Perú, Ecuador y Colombia. Esto no había sido así nunca antes en la historia, pues la deforestación resultaba de la tala de maderas tropicales, de la intervención del espacio amazónico con fines ganaderos y agrícolas. Por primera vez en el siglo XXI hubo un nuevo factor al que señalar como culpable por la pérdida de bosques tropicales, contaminación de ecosistemas y pérdida de biodiversidad: la minería, artesanal, ilegal o informal. (Entrevista Vanessa Vereau/Cortesía El Comercio)