El mejor café del mundo a punto de desaparecer por persistentes abusos tributarios

Cerca de tres mil pequeños productores de café organizados de la Cooperativa San Jorge, en el valle puneño de Sandia, al que pertenece el galardonado productor Wilson Sucaticona y el café El Tunki, y de la Cooperativa Agraria Cafetalera Valle Río Apurímac (CACVRA), en Ayacucho, solicitan al Congreso aprobar un proyecto de ley para acabar con los abusos tributarios a los que están siendo sometido por la SUNAT desde hace nueve años.

El gerente de la Cooperativa San Jorge, Jorge Luis Apaza, advirtió que más de mil socios, entre ellos el productor del mejor café del mundo- no podrán seguir exportando su producto en vista de que la cooperativa corre el riesgo de cerrar, debido a acotaciones y multas indebidas de la SUNAT, como respuesta a su solicitud interpuesta en el 2001 para aplicar el crédito fiscal que tenían a su favor.

Explicó que ese año pidieron la devolución de los 87 mil soles, ante lo cual la entidad tributaria los fiscalizó, y determinó en una supuesta deuda de 600 mil soles por liquidaciones de compra supuestamente mal extendidas, que tras varias impugnaciones, finalmente quedó en 67 mil. Sostuvo que esta deuda pudo ser descontada de lo que la SUNAT les tenía que devolver, pero al negarse a hacerlo, la deuda de la cooperativa se ha convertido ahora en 510 mil soles por moras y multas.

“Esto afecta a todos nuestros socios, que somos pequeños productores. Wilson Sucaticona, ha contado todo lo que sufrimos para producir nuestro café. Producimos en la zona más alejada del país, donde muchas veces no hay luz ni carreteras y sacamos el producto sobre nuestras espaldas, o en mulas, y además, competimos con el cultivo de coca. Pese a todo esto hemos ganado un concurso mundial. Nuestra supervivencia está ahora en manos del Tribunal Fiscal, y si decide que la multa procede, vamos a quebrar”, alertó el dirigente.

Esta cooperativa se encuentra en la zona, donde se están expendiendo el cultivo de coca, y el café está decreciendo. Hace diez años se cosechaba en Sandia 170 mil quintales de café y ahora no se llega ni a 80 mil.