El Estado debe brindar seguridad para el desarrollo social y económico del VRAE

El VRAE merece la mayor atención del Estado. Por ello asistieron ayer a la Comisión de Defensa del Congreso de la República los ministros de Defensa, Ántero Florez Aráoz, y del Interior, Luis Alva Castro, para informar sobre las actividades y estrategias de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene-VRAE, zona en la que existe presencia del narcotráfico y del terrorismo. 


 


Tal vez la reflexión más importante la dijo el ministro de Defensa, al término de la cita: “Que son pequeños focos, es verdad. Que causan problemas, más que cierto. Que hay que terminar con ellos, esa es una verdad de Perogrullo”. Y luego agregó que si bien parecía que el accionar del terrorismo se había reducido a lo mínimo, ahora sus actividades se han incrementado, existiendo nuevos grupos operativos con capacidad de hacerle daño a las fuerzas del orden y al propio Estado.


 


La reunión de alta importancia para el VRAE estuvo presidida por la titular del mencionado grupo de trabajo, Mercedes Cabanillas y fue declarada reservada a la media hora de haberse iniciado.


 


Acudieron a la sesión el jefe de la DINANDRO, general PNP Miguel Hidalgo Medina y el jefe de la DIRCOTE, general PNP Osvaldo Hurtado. También el vicealmirante AP José Aste Daffos, flamante presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, quien llegó con su jefe de Estado Mayor, general EP Otto Guivobich. Otro de los asistentes fue Jorge Durand, presidente ejecutivo del Plan VRAE, junto a numerosos asesores pertenecientes a las carteras de Defensa y del Interior.


 


El primero en exponer fue precisamente el titular del Plan VRAE, Jorge Durand, quien durante 15 minutos trató de graficar el contexto político, económico y social de esa zona del país, para luego darle la posta al presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, José Aste Daffos, quien luego diez minutos de exposición pidió que la sesión sea declarada reservada, tras escuchar la sugerencia del primer vicepresidente de la República, Luis Giampietri Rojas. 


 


Por esa causa, fue poco lo que la prensa pudo escuchar.


 


Desarrollo con seguridad en el VRAE


 


Así las cosas, Jorge Durand resaltó que en el VRAE el 80% de la población es pobre y que el 45% vive en extrema pobreza. Por ello, dijo que debe impulsarse con urgencia el desarrollo económico y social. ¿De qué manera? Sostuvo por ejemplo que el Plan VRAE viene trabajando en la construcción de 13 colegios modelos y de numerosos hospitales especializados en enfermedades tropicales.


 


Sin embargo, señaló que las obras no iban a tener sentido si no se conseguía el éxito de una serie de proyectos productivos para mejorar la calidad de los cultivos agrícolas. En ese sentido, el jefe del Plan VRAE manifestó que 18 técnicos del Ministerio de Agricultura llegarán a esa zona para capacitar a los productores de cacao, plátano, papaya y palma, para que esos productos puedan llegar a mercados regionales, nacionales e internacionales.


 


El responsable del Plan VRAE señaló que el desarrollo económico y social en esa zona tiene sus cimientos en la seguridad ciudadana a cargo de la Policía Nacional del Perú y en el respaldo de las Fuerzas Armadas frente a lacras como el narcotráfico y el terrorismo.


 


Finalizó con la siguiente reflexión: Si la población del VRAE tiene desarrollo, educación y tierras tituladas, nunca será presa fácil del narcotráfico.


 


Una zona con muchos problemas


 


Por su parte, durante su breve exposición, el vicealmirante AP José Aste Daffos dijo que en el VRAE existen 18 bases militares y otras nueve en zonas cercanas, las mismas que debían ser potenciadas y nutridas de personal militar debidamente entrenado.


 


Resaltó las dificultades geográficas existentes en el VRAE, especialmente en las zonas altas de Vizcatán y Apurímac, fue un hecho concreto que hizo reflexionar a las Fuerzas Armadas respecto a que no iba a ser fácil derrotar al terrorismo y al narcotráfico, delitos que se relacionan con otros como el tráfico de madera y la población cautiva en manos de Sendero Luminoso. Agregó que en el VRAE existe además mucho contrabando de insumos químicos y delincuencia común.


 


Antes de solicitar que la sesión en la Comisión de Defensa del Congreso sea reservada, informó que el Plan VRAE ahora se llamará Programa de Desarrollo del VRAE, el mismo que descansará en tres grandes pilares: la mejora de las condiciones de vida de la población, el trabajo policial para eliminar el financiamiento de Sendero Luminoso en el VRAE y el militar, para perseguir y enfrentar a las columnas terroristas que se encuentran en la zona.


 


Mayor número de bases militares en el VRAE


 


Fue recién al término de la sesión reservada de la Comisión de Defensa del Congreso de la República que el flamante ministro de Defensa, Ántero Florez Aráoz, se animó a declarar a la prensa.


 


Dijo que se instalarán las bases militares “que sean necesarias para controlar y eliminar el narcotráfico y el terrorismo en el VRAE y en el Alto Huallaga”. Agregó que aquellas bases militares ubicadas en zonas con mayor presencia delictiva tendrán mayor logística, armamento y preparación de sus efectivos, entre soldados y comandos, pues cumplirían labores de interdicción y captura de terroristas y traficantes de drogas.


 


Fue claro al afirmar que la instalación de nuevas bases militares es una “respuesta preventiva” del Estado frente a la serie de atentados contra la población civil y miembros de la PNP ocurridos en Ayacucho y otros lugares del VRAE. Acto seguido, lamentó que en los últimos años hayan sido cerradas numerosas bases militares en el VRAE y en el Alto Huallaga, conforme se reducía el accionar terrorista. 


 


Reveló que los recientes atentados contra miembros de la PNP habrían sido ejecutados por remanentes terroristas de Sendero Luminoso. Pero prefirió no brindar mayores declaraciones porque no quería entorpecer el trabajo de los servicios de inteligencia del Estado.


 

Finalmente, Florez Aráoz señaló que existe una responsabilidad compartida entre los países que producen droga y aquellos que la consumen: “Sin ese consumo no habría demanda y tampoco oferta de droga”. En ese sentido, dijo que los países involucrados en la lucha contra las drogas deben brindar mayor apoyo al Perú para acabar definitivamente con el narcotráfico y el terrorismo. Indicó que se llevan a cabo una serie de solicitudes de cooperación internacional a través de OEA.