El dato de los informantes era preciso.
Media tonelada de cocaína pura se escondía en un cargamento de papa congelada precocida, de la que se sirve en las pollerías, en la operadora marítima Tramarsa.
La mañana del martes 20, los policías de la División Antidrogas (Divandro) del Callao llegaron al terminal del primer puerto bajo el mando del experimentado general PNP Carlos Morán Soto. La sorpresa fue total.
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