Colombia mostrará en la Cumbre del Cambio Climático de Copenhague los efectos nocivos del narcotráfico en el medioambiente pues por cada gramo de cocaína que se consume en el mundo se talan cuatro metros cuadrados de bosques, precisó el vicepresidente de ese país, Francisco Santos.
En ese sentido, Santos señaló que el presidente Álvaro Uribe expondrá esa grave situación buscando que la comunidad internacional asuma su corresponsabilidad en el problema de las drogas y se suscriba un acuerdo global que financie la lucha contra la deforestación de los bosques tropicales.
Santos detalló que quienes cultivan hoja de coca destruyen cada año entre 200.000 y 300.000 hectáreas de bosques, daño al que hay que sumar además el ocasionado por la aplicación de herbicidas en los cultivos.
«Esta situación es irreversible, esos árboles se demoraron miles de años en crecer y volver a tener la selva como la que estaba antes puede tardar miles de años», precisó el vicepresidente colombiano.
De acuerdo a cifras del gobierno, el área deforestada por los narcotraficantes en Colombia asciende a 2,2 millones de hectáreas, de las cuales 100.000 forman parte de la selva amazónica y 30.000 de parques naturales.
«Todos los herbicidas y pesticidas que le colocan a la mata de coca para que crezca en un ambiente hostil como es la selva y todos los químicos que se usan en la transformación de la hoja de coca al clorhidrato de cocaína, pasando por la pasta, genera efectos devastadores sobre todo en las fuentes de agua, porque ahí es donde acaba es un ciclo perverso de destrucción que esta acabando con lo más valiosos que tenemos», agregó Santos.