En artículo publicado hoy en la página web de la revista Semana Económica, se destaca que alrededor de 1500 agricultores de la selva del Perú trabajan actualmente de la mano con el Instituto de Cultivos Tropicales en unas 4000 hectáreas de cacao, donde habrían alcanzado mayor rentabilidad que con la hoja de coca. El texto resalta el galardón obtenido el año pasado por el cacao de Tocache en el Salón del Chocolate de París, donde fue premiado como el más aromático del mundo. Reproducimos el artículo a continuación.
El cacao le gana la batalla a la coca en San Martín
(Semana Económica) Aunque a priori uno puede pensar que los programas de sustitución de los cultivos de coca por cultivos alternativos difícilmente podrán ser exitosos ante la ilícita rentabilidad de esta hoja, esto puede no ser del todo cierto.
Alrededor de 1,500 agricultores de Huallaga, Tingo María, Tocache, Juanjuí y Tarapoto están trabajando con el Instituto de Cultivos Tropicales (ICT). Estos agricultores agrupan alrededor de 4,000 hectáreas con cacao y habrían logrado mayor rentabilidad que la coca, según el presidente del ICT, Enrique Arévalo.
Hay muchas expectativas por el mejor precio que se podrían obtener por sus cultivos. Más aún cuando el cacao cultivado por la Cooperativa Agroindustrial Tocache fue premiado como el más aromático del mundo en el último Salón del Chocolate realizado en París en octubre del año pasado, logro que fue destacado en un artículo de Time.com en enero último.
La viabilidad ha hecho que estos productores estén pensando en nuevos desarrollos. Por lo pronto, el ICT tiene un programa de investigación para el mejoramiento del cacao en cuanto a su aroma y sabor. Si éste es exitoso, se espera romper la dependencia del cacao ecuatoriano de modo de contar con un verdadero cacao peruano.
Dado que la venta de pequeñas producciones no tiene viabilidad en el mercado internacional de cacao, el modelo de desarrollo pasa por articular a los productores. Para ello se ha constituido la Asociación Kallpa, cuya labor es comercializar la producción de este cacao e ir hacia una venta con mayor valor agregado (como pasta de cacao o licor).
En esa línea, el instituto está promoviendo la construcción de plantas de transformación en cada una de las ciudades donde se agrupan los productores miembros de la asociación.
Como uno de los retos de la asociatividad es mantener una calidad homogénea, los asociados a Kallpa reciben un paquete tecnológico y uno productivo. Actualmente la producción es vendida a cooperativas de la zona como Cooperativa Agraria Industrial Naranjillo o la Cooperativa Agraria Cacaotera Acopagro.
Con la venta a través de Kallpa, se espera obtener mejores márgenes al no depender del precio que quieran pagar los acopiadores.
El siguiente paso es que estos productores diversifiquen su portafolio de cultivos para mejorar la rentabilidad y no depender de los vaivenes de la cotización del cacao. Para ello, el ICT promoverá el desarrollo del café, maracuyá, piña y otros frutales. Asimismo, se buscará impulsar el cultivo de especies forestales medicinales, así como el desarrollo de una ganadería basada en animales menores.
El eventual éxito de estos nuevos emprendimientos podría terminar de convencer a los cocaleros que existe un futuro más allá de la venta de la hoja de coca al narcotráfico.
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