Caretas. El llamado ‘Milagro de San Martín’ podría convertirse en una pesadilla. El último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés) revela que la región tuvo uno de los mayores crecimientos de coca, en el 2010.
El monitoreo satelital indica que San Martín registra 1,700 hectáreas de coca, cuatro veces más que en el 2009, cuando tenía 460 hectáreas. La región era considerada un modelo de la lucha contra las drogas, pues allí se articularon con éxito los programas de desarrollo alternativo, erradicación y presencia del Estado. La coca fue reemplazada por cacao, palma aceitera y café orgánico.
Otra de las regiones con un sorprendente aumento de cultivos ilícitos es la cuenca de Pichis-Palcazú-Pachitea, en la Región Pasco, en ceja de selva camino a Pucallpa, con 3,323 hectáreas de coca, lo que significa un incremento del 58% en comparación al 2009. En el 2006 tenía apenas 420 hectáreas de coca.
Lo mismo ocurre en el Valle de los Ríos Apurímac Ene (VRAE) que registra 19,720 hectáreas de coca, lo que representa un incremento del 12% respecto del 2009. El VRAE es hoy en día la cuenca cocalera de mayor extensión, por encima del Huallaga (13,025 hectáreas) y La Convención, en el Cusco (13,330).
El total de 61,200 hectáreas de coca que registra el Perú en el 2010, comparado con las 59,000 hectáreas del año anterior, lo sitúa aún levemente por debajo de Colombia, con 62,000 hectáreas, pero muy por encima de Bolivia con 30,900 hectáreas.
¿Por qué ha vuelto la coca? Una razón que esgrimen las autoridades antidrogas es que, el año pasado, se suspendieron las erradicaciones en San Martín. El Proyecto Especial de Control y Reducción de los Cultivos de Coca en el Valle del Huallaga (CORAH) focalizó sus acciones en la Región Huánuco, especialmente en ‘Bolsón de Cuchara’, que antes era una zona controlada por senderistas y narcotraficantes.
“La lección que nos deja la Región San Martín es que sin erradicación la lucha contra el narcotráfico no funciona. En Tocache hay presencia senderista y las organizaciones cocaleras están en pie. Ahora vemos los resultados”, asegura el especialista Rubén Vargas de INFOREGIÓN.
Los asesores de Humala
Además de San Martín, una de las zonas consideradas críticas por los expertos antinarcóticos es El Monzón, en Huánuco. El Monzón registra 9,000 hectáreas de coca, lo que representa el 75% de los cultivos ilícitos del Huallaga. El Monzón es una zona inexpugnable para las autoridades. No hay presencia del Estado, tampoco programas de desarrollo alternativo y menos erradicación.
¿Cuál será la política antidrogas del próximo gobierno? Existe incertidumbre al respecto, pues los dos principales asesores del presidente electo, Ollanta Humala, son Ricardo Soberón y Hugo Cabieses. Ambos integran, también, la Comisión de Transferencia en Devida. Soberón es asesor de la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios de las Cuencas Cocaleras del Perú (COMPACC), que en noviembre del año pasado sufrió un duro golpe tras la detención de varios de sus dirigentes acusados de nexos con el narcotráfico y Sendero Luminoso.
También asesoró a la congresista cocalera Nancy Obregón, investigada por narcotráfico. Cabieses, por su parte, asesoró a los cocaleros de Quillabamba, en el Cusco. Ambos se han mostrado a favor de que un cocalero integre el directorio de Devida y son los que redactaron los acápites referidos a la lucha contra el narcotráfico del primer Plan de Gobierno de Gana Perú.
En las páginas 54 y 55 de ese documento se alega que el narcotráfico es un problema social, producto de la desatención del Estado y que se requiere de una política de inclusión con participación “del gobierno, el campesino, el pocero, el cargacho (‘mula’) y con erradicación voluntaria” para enfrentar el problema. Pero el ritmo de recuperación de cocales en los últimos meses, dejan poco margen para la experimentación. (Américo Zambrano).
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