El 90 por ciento del Valor Bruto de la Producción Agrícola, VBP, en el valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, durante la campaña 2007-2008, habría sido generado por los cultivos ilegales de coca, según un estudio realizado por el economista y experto en temas de Desarrollo, Dennis Pereyra.
Alertó además que esta predominancia de los cultivos ilegales de hoja de coca, en el VRAE, está generando un daño medio ambiental irreparable en la flora y la fauna con la contaminación de los ríos, suelos y puquiales que finalmente traen consecuencias muy negativas en la población de la zona.
Pereyra destacó estas conclusiones luego de realizar un estudio económico sobre el Valor Bruto de la Producción Agrícola, VBP, en el valle de los ríos Apurímac y Ene, en la campaña 2007 y 2008 y que demuestran, explicó, que por cada cien soles que se mueven en la chacra, 90 habrían sido generados por la coca ilegal.
“La investigación se realizó en base a informaciones oficiales de las Naciones Unidas y de DEVIDA. Se intervino en 12 distritos en un radio de influencia de 27,969 metros cuadrados en las provincias de Huanta y La Mar en Ayacucho, La Convención en el Cuzco y la provincia de Satipo en Junín, abarcando a 133,468 pobladores” explicó en el programa Diálogo Ciudadano, producido por INFOREGION y que se transmite en todo el VRAE.
Señaló que durante la campaña del 2007 al 2008, más del 90,3% del valor de la economía habría sido generado por el cultivo de la coca, de un total de 358 millones de soles generado en total en esa campaña agrícola.
El resto de los cultivos representan una mínima proporción: 6% el cacao, 2% el café, 0,3% plátano, 0,3% yuca, 0,3% maní, 0,1% maíz, 0,1% arroz, 0,1% frijol, 0,1% palillo, 0,1% barbasco y 0,2% otros productos.
“Aquí se muestra claramente que existe una fuerte predominancia de la economía cocalera en el valle, esta es una cifra muy contundente que muestra que la situación en la economía en esta parte del territorio peruano es muy negativa” precisó.
Sivia, mayor productor de coca en la zona
De acuerdo a la investigación, en el distrito de Sivia se encuentra la mayor superficie de producción de coca, seguido de Santa Rosa, Pichari, Kimbiri, San Miguel, Anco, así como en el distrito de Río Tambo, Llochegua y Mazamari.
“Lo cruel de la problemática es que esta economía narcotizada del valle, está generando un daño medio ambiental irreparable en la flora y la fauna del VRAE. El primer problema es la deforestación de los bosques para sembrar los cultivos ilegales de hoja de coca. También la contaminación de los ríos, suelos, puquiales y quebradas genera consecuencias funestas sobre el medio ambiente y consecuencias negativas sobre las personas y las familias”, señaló el especialista.
El economista recordó que en el año de 1998 la predominancia de la coca ilegal en la economía del VRAE era de 80%. “Desde esa fecha hasta el 2008 habría subido en más diez puntos porcentuales” recalcó.
“Un factor que ha influido a este crecimiento es el olvido del Estado. No hay un control del territorio; al contrario, hay mucha presencia del narcotráfico que hace que los pequeños productores se dediquen a este cultivo que está destinado finalmente al tráfico ilícito del narcotráfico.
Señaló que se debe atacar los precios altos de la coca en esta coyuntura en la que el Perú se ha convertido en el principal país exportador de cocaína, debido a que se pone en un grave riesgo el desarrollo del país.
Pereyra destacó la alta productividad que muestran los cultivos de coca del VRAE en relación a lo alcanzado en otras cuencas cocaleras como el Alto Huallaga. Dijo que en el VRAE se alcanza una producción de 3,200 kilos por hectárea en un año de cosecha.
Preocupantes indicadores sociales
Dennis Pereyra, informó que más allá de lo indicadores económicos también saltan a la vista indicadores sociales. “El 67.8% de la población se encuentra sumida en la pobreza y el 31% de esa población está en extrema pobreza. Identificamos a la pobreza, extrema pobreza y el tráfico ilícito de drogas como los principales enemigos que han ido creciendo por un descuido de parte del estado y de las propias fuerzas vivas locales” denunció.
De otro lado dejó ver su preocupación porque la seguridad alimentaria de la población cada vez se hace más dependiente debido a que se deja de sembrar productos tradicionales como la yuca, los frutales y se traen productos de otras zonas.
En ese marco, señaló que Fernán Valer, jefe del Plan VRAE, , articulando los esfuerzos locales y regionales a través de proyectos productivos y que esta tarea debe ser de inmediato complementada con una inversión social y de infraestructura del gobierno nacional para acabar con el caldo de cultivo que aprovechan los remanentes senderistas y los narcotraficantes.
Puso como ejemplo lo que viene sucediendo en otras regiones como en San Martín y Ucayali en donde los gobiernos regionales vienen apoyando mucho a los pequeños productores con asistencia técnica y capacitación en cultivos que tienen mercados a nivel nacional e internacional. “Ahí están los desafíos que hay que trabajar para mejorar la calidad de vida de estos productores” indicó.
Trabajo en cuatro frentes
Por todo ello, Pereyra señaló que para revertir esta situación es necesario trabajar en cuatro frentes claves: el frente social, el económico productivo, el medio ambiental y ordenamiento territorial y el frente de desarrollo institucional.
Indicó que en el frente social hay que ver mucho el tema de educación, salud, saneamiento, seguridad alimentaria, mientras que en el segundo frente, el del desarrollo económico productivo apoyar el tema agrícola, de agroindustria, forestaría, vías de comunicación, telecomunicación y energía.
Agregó que en el frente medio ambiental se debe diseñar todo un programa de zonificación ecológica para definir los territorios donde se puedan ejecutar los diferentes proyectos y finalmente indicó que en el frente de desarrollo institucional y fortalecimiento de las capacidades, apoyar a las organizaciones de base, a los pequeños productores, a los cuerpos de Autodefensa y en esa medida fortalecer también la democracia y la gobernabilidad.
De acuerdo a Pereyra el trabajo articulado en estos cuatro frentes ayudaría a evitar el tráfico ilícito de drogas que está haciendo un daño irreparable en el VRAE.
Cabe recordar que días atrás, Pereyra presentó un estudio sobre el Valor Bruto de la Producción Agrícola, BVP de la región Ayacucho, en donde se demostró que el 40 por ciento de la economía agrícola de la zona estaba dominado por los cultivos de coca ilegal frente al 60 por ciento que representaban los productos lícitos como la papa, alfalfa, cacao, café, maíz, trigo, cebada y olluco.