A partir del próximo año entrarán en funcionamiento las garitas móviles de control de insumos químicos en las entradas de los valles productores de hoja de coca, tales como el Alto Huallaga y el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE).
Así lo anunció Julio Castro Gómez, jefe del gabinete de asesores de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), quien explicó que tres de ellas ya están compradas y con su entrada en funcionamiento se evitará que ingresen a los valles cocaleros miles de toneladas de insumos para la producción de droga.
Castro Gómez reiteró que no habrá legalización de ningún tipo y se continuará con la política de reducción de la oferta así como con la erradicación que “se realizará al igual que en el valle del Huallaga, en San Martín, a través del diálogo con los campesinos”.
Explicó que se privilegiará la concertación para insertar a los productores ilegales de hoja de coca en la economía lícita, y se buscará el cumplimiento de la ley.
El funcionario recordó que la lucha contra las drogas basada en la erradicación forzosa de cultivos ilegales de hoja de coca, no ha logrado la disminución de esas plantaciones, sino por el contrario las ha aumentado.
Perú es uno de los países con mayor área de cultivos ilegales de hoja de coca, utilizado por el narcotráfico para elaborar cocaína, según el informe 2010 de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
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