El presidente de la Junta Nacional del Café, César Rivas Peña, aseguró que, en cuanto a precios, el 2010 será un buen año para los productores cafetaleros, “siempre y cuando no se presenten mayores desórdenes climáticos, los precios internacionales sigan expectantes y la amenaza de una nueva crisis financiera no se haga realidad”.
En diálogo con INFOREGIÓN, estimó que este año se ejecutarán inversiones por más de 25 millones de dólares para mejorar la productividad y la industrialización del café peruano, tras consolidar un convenio crediticio con el Ministerio de Agricultura y Aagrobanco por 20 millones de dólares, los cuales serán canalizados para el rejuvenecimiento de plantaciones improductivas.
“Esperamos una cosecha alta, cercana a los 6 millones de quintales de café verde o exportable. Este volumen de cosecha nos alienta a estimar exportaciones superiores a los 5 millones de quintales, por un valor de 650 millones de dólares. Todo indica que el liderazgo del café seguirá liderando las exportaciones agropecuarias de nuestro país”, manifestó.
Además, afirmó que empresas cooperativas y de exportación están culminando los trabajos de instalación de módulos de procesamiento industrial, secado y laboratorios de control de calidad a fin de mejorar el producto final con destino a exigentes mercados de Europa, Estados Unidos y Asia. Dijo que estas inversiones no serán menos de 5 millones de dólares.
Rivas destacó que las exportaciones peruanas de café durante el 2009 llegaron a 520 millones de dólares, pese a que la cosecha del cultivo cayó en 22% en comparación al 2008. “Los buenos precios en el mercado internacional contribuyeron al buen nivel de nuestras exportaciones cafetaleras”, expresó.
En otro momento, precisó que entre enero y diciembre se embarcaron 3 millones 900 mil quintales, 20% menos que el año pasado. Las exportaciones cafetaleras tuvieron como destino 45 países, entre los más destacados se encuentran Alemania, Estados Unidos, Colombia y Bélgica.
“Tuvimos una demanda mayor que nuestra oferta, también hubo demanda para sustituir al café colombiano, pero que lamentablemente no pudimos atender por la baja productividad de nuestros cafetales. Estamos perdiendo oportunidades para generar mayor empleo en nuestra selva alta”, agregó.
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