Un 10% de la población peruana no tiene agua potable y 23% no accede al alcantarillado. Esto se traduce en que 3.3 millones de peruanos están sin una red pública de agua potable y 6.4 millones no tienen conexiones de alcantarillado. Así se informó en el foro “Las Caras del Agua” desarrollado por la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) y la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
“La falta de agua es una desventaja corrosiva, afecta la salud, la educación, al acceso al trabajo y otras capacidades del ser humano. En el Perú, 9 de cada 10 personas (3.3 millones) tienen agua potable y 8 de cada 10 (6.4 millones) tiene desagüe. Lo que queremos a través de este foro es que estos servicios sean parte de la agenda del sector saneamiento y de todo el Estado”, dijo Mauro Gutiérrez, presidente ejecutivo de la Sunass.
Salud y agua
Varias investigaciones registran que en hogares con servicio de agua potable, los casos de diarrea se reducen en 10%. Si además tienen instalaciones sanitarias la tasa disminuye en 20%. Estudios también han corroborado que el acceso al agua potable y alcantarillado acorta en 13% la desnutrición crónica infantil, pues contribuye a prevenir las enfermedades diarreicas agudas. Además, se reducen los casos de anemia en 7.9% en una comunidad al incrementarse en 10% la cobertura de agua potable.
“En el ámbito rural 2 de cada 10 niños menores de 5 años tiene desnutrición, y 5 de cada 10 infantes de 6 a 36 meses tiene anemia. He ahí la importancia del acceso al agua segura, pues está comprobado, con evidencia, que disminuye los episodios de diarrea en la niñez y por ende el riesgo de desnutrición crónica infantil”. Así lo dijo Fanny Montellanos, viceministra de Políticas y Evaluación Social del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social.
Asimismo, Katia Granados Guibovich, directora ejecutiva de la Unidad de Desarrollo de Investigación, Tecnologías y Docencia del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja, resaltó que con el acceso al agua las infecciones intrahospitalarias disminuyen con el lavado de manos. Además, destacó cómo mejoran los indicadores de salud cuando se cuenta con agua segura. Añadió que la falta de agua potable y saneamiento se relaciona con el incremento de enfermedades como dengue, zika y chikungunya.
Educación y agua
En el ámbito rural sólo 3 de cada 100 personas recibe agua adecuadamente clorada. Se ha comprobado que, en este ámbito, al acceder a los servicios de saneamiento, un grupo de estudiantes mejoraron sus calificaciones, se enfermaron menos y no faltaron a clase. Asimismo, que el beber agua saludable durante la jornada escolar, mejora el rendimiento de los alumnos y les ayuda a concentrarse hasta 8 minutos adicionales.
Daniel Alfaro, fundador de PIRKA Consultoría, precisó que “según los datos del último censo educativo, el porcentaje de locales públicos conectados a la red de agua potable es de 83% en el ámbito urbano y 25% en el rural. Las regiones con menores porcentajes de conexión a la red de agua potable son Huánuco 25%, Ucayali 15%, Loreto 10%”.
Medio ambiente, género y agua
Un estudio del Senamhi y la Sunass reveló que entre 2036 y 2065 se reduciría hasta en un 25 % la disponibilidad de las cuencas que aportan agua a las empresas prestadoras de servicios de saneamiento (EPS), y abastecen a la población de las ciudades. Esto como producto de los efectos del cambio climático.
“Las políticas públicas bien hechas requieren continuidad para un Estado sólido. La gestión de los servicios ecosistémicos hídricos en los servicios de saneamiento es estratégica, así como la calidad de fuente y calidad del servicio. Es importante estar muy cercanos al debate para visibilizar al recurso hídrico con una voz más fuerte”, dijo Manuel Pulgar-Vidal, líder de la Práctica Global de Clima & Energía de WWF Internacional.
Además, en el foro se reveló que el 62% de los que acarrean agua en el hogar son mujeres y niños, lo que dificulta el tiempo que tienen para el desarrollo de otras actividades. Asimismo, los hombres tienen mayor participación en la toma de decisiones de las empresas prestadoras de servicios (EPS), las organizaciones comunales u otras instituciones.
“Es necesario una mayor participación de las mujeres en la gestión del agua, lo que garantizará que sus demandas respecto a la calidad del servicio sean incorporadas”, precisó Hildegardi Venero Farfán, investigadora principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
El foro “Las Caras del Agua” se realizó con el apoyo de la PUCP. “Hemos tomado la decisión de formar una alianza estratégica con la Sunass, porque nos parece que desde hace décadas el sector requiere un shock de gestión que permita mejorar la prestación del servicio”, precisó Flavio Ausejo Castillo, director de Formación Continua de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP.