Ejército vendía combustible de helicópteros que combaten en el VRAE a grifo Moralitos

Combustible que debía ser destinado a los helicópteros Mi-17 del Ejército que combaten contra Sendero Luminoso en los Valles de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE) se vendía en un grifo de la localidad de Pichanaki, en Satipo. Así lo confirmaron los peritos de Criminalística de la Policía Nacional del Perú (PNP).

Durante el operativo ejecutado por efectivos de la Dirección Antidrogas, el 17 de febrero, se descubrió 2.270 galones de combustible en la estación Moralitos. Según los propietarios se trataba de kerosene. Sin embargo, fuentes de inteligencia informaron a la policía que se trataba de gasolina Jet A-1, que utilizan las aeronaves Mi-17.

Los dueños del establecimiento manifestaron que se lo había vendido el Ejército como excedente. De inmediato el ministro de Defensa, Jaime Thorne, encargó al inspector de su despacho, mayor general FAP (r) Jorge Kisic, determinar el tipo de combustible que expendía el grifo, pero fue descartado el origen Jet A-1.

Para corroborar la información, el fiscal antidrogas Erwin Rojas Trujillo dispuso el peritaje del combustible y se concluyó que se trataba de Jet A-1. Fueron detenidos Freddy Marcelo Hurtado, propietario de Moralitos y los empleados Dina Maldonado Bonieve, Santa Pardo Hidalgo, Kathy Araujo Cisneros y Rosmery Cahuana Vasco.

 

Se encontraron 2.270 galones de combustible.

Robo de alto vuelo

El abogado defensor del propietario del grifo, Miro Toledo Gutiérrez, indica que el combustible fue comprado al suboficial EP Otmar Canales Villar, quien trabaja en el Cuartel de Satipo, donde se almacena el Jet A-1 para los helicópteros. Él se habría presentado en el local para ofrecer el combustible afirmando que era similar al kerosene y era un excedente.

El combustible fue vendido a S/. 9.00 cada galón y revendido en el grifo a S/. 16.00. El abastecimiento se realizó a través de una cisterna con capacidad para dos mil galones que ingresaba al cuartel militar durante la noche. Este proceso se habría iniciado en mayo del 2010.

Freddy Marcelo afirmó que se presentará ante las autoridades siempre que le ofrezcan garantías para su vida. Estaría siendo amenazado de muerte por los militares si revela los nombres de los altos oficiales del Ejército que están en complicidad con el suboficial Otmar Canales Villar.

El propietario del grifo informó el suboficial investigado por el robo del combustible le contó que el general EP Benigno Cabrera Pino, exjefe del Frente del VRAE, le autorizó. Por ello, las autoridades citarán al alto oficial para que declare. En tanto, el abogado Toledo Gutiérrez exigió la detención del suboficial Otmar Canales, como sucedió con los empleados del grifo.

Investigación por narcotráfico

La administradora del grifo “Moralitos”, Rosmery Cahuana, confirmó que por orden del dueño del negocio ingresó al cuartel de Satipo en dos ocasiones para recoger el combustible. Afirmó que le pagaba al suboficial Otmar Canales por el combustible y cuenta con dos recibos firmados por él.

Hasta el momento, el fiscal antidrogas Erwin Rojas Trujillo investiga a 12 efectivos del Ejército que podrían estar implicados en el tráfico de combustible para helicópteros. La policía antidrogas también sospecha que los principales compradores del grifo sea la mafia que procesa cocaína en el VRAE y no se descarta que Freddy Marcelo esté relacionado con el abastecimiento de insumos para el narcotráfico.

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