El director ejecutivo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, SPDA, Manuel Pulgar Vidal, destacó las acciones emprendidas por el Ministerio del Ambiente para reordenar la minería informal en Madre de Dios, causante de una brutal deforestación en los bosques de esta región. Sin embargo, lamentó que este esfuerzo encabezado por el titular del sector, Antonio Brack, no sea respaldado por otras instituciones del Ejecutivo.
“El Ministerio del Ambiente ha emprendido acciones decididas, pero lamentablemente muy solo. Hay entidades de Ejecutivo que se abstienen de cumplir parte de su responsabilidad en este problema. El Ministerio de Energía y Minas debe cumplir su rol en el tema minero, el Ministerio de Salud debe intervenir con los problemas en la salubridad que se están generando en la zona, el Ministerio de Agricultura debería cumplir su rol importante sobre bosques y los gobiernos regionales porque tienen facultades para actuar en este tema”, manifestó en Diálogo Ambiental de INFOREGIÓN.
Pulgar Vidal señaló que normalmente, en nuestra historia reciente, ha existido poca voluntad política para resolver temas ambientales, pero precisó que esta poca voluntad ha disminuido aún más tras los trágicos sucesos de Bagua.
“Hay un efecto post Bagua en el Ejecutivo, y lo que se observa es un temor a sembrar la semilla de un posterior conflicto. Además, se insiste en justificar estos problemas diciendo que tienen que ver con la pobreza de la gente y que por ello incumplen la ley. La realidad es otra, más bien estas actividades agudizan la pobreza en la zona, el deterioro de los ríos en Madre de Dios es catastrófico”, advirtió.
Indicó que las tres reuniones de la Mesa de Diálogo que se ha instalado para resolver el problema de la minería ilegal en Madre de Dios todavía no han logrado avanzar lo suficiente, pero dijo esperar que las negociaciones “lleguen a buen puerto porque siempre es preferible el diálogo a la violencia”.
De otro lado, el director ejecutivo de la SPDA consideró que fue un fracaso la Cumbre sobre Cambio Climático en Copenhague porque sólo se pudo llegar a acuerdos raquíticos que no respondieron a las expectativas que los países en vías de desarrollo pusieron en esa reunión, en particular en el porcentaje de la reducción de los gases de efecto invernadero.
Sin embargo, señaló que hay algunos elementos importantes que podrían ser considerados como primeros pasos para posteriores negociaciones, si se tiene en cuenta que los acuerdos que se logren empezarán a regir recién en el 2013.
“No hubo un documento vinculante, sólo declaraciones genéricas, se estableció el límite de incremento de la temperatura en 2 grados Celsius. También se habló de un financiamiento de 30 mil millones de dólares entre 2010 y 2012, además de 100 mil millones de dólares anuales desde el 202º”, manifestó.
Lamentó que la presencia latinoamericana haya sido bastante débil en Copenhague, a excepción de Brasil, aunque no dudó en destacar “el compromiso individual de la propuesta peruana en la que se señala que la deforestación en nuestro país al 2020 será cero”.
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